Creo que fue en 1988. Sí. La primera vez que fui a Lisboa fue en el verano del 88 con mis padres. Tenía cinco añitos (casi seis) y son quizá de mis primeros recuerdos viajeros que tengo. Estuve en Lisboa antes que en Madrid. Ventajas de haber crecido en Extremadura. Desde entonces he vuelto unas cuantas veces, y cuantas más veces voy, más ganas tengo de volver. La entrada por el puente del 25 de abril conduciendo me da miedo, pero cuando emprendo la vuelta y salgo de Lisboa por él, me produce una profunda tristeza. Será eso que los portugueses llaman saudade. Pero no nos pongamos tristes ni en modo fado. Lisboa es una capital vibrante y maravillosa y se han escrito sobre ella páginas y páginas en muchas guías y blogs de viajes, por lo que en este post no quiero contarte lo típico. Ni torre de Belém ni praça do Comercio. En este post te voy a descubrir lugares distintos para que experimentes la verdadera Lisboa alternativa. Eso sí, si visitas todos estos sitios la saudade estará cien por cien garantizada.
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10 experiencias para disfrutar de una Lisboa alternativa
1. Para desayunar: A Brasileira
A pesar de su nombre brasileño, no hay nada más lisboeta que esta cafetería de la plaza de Chiado. Se trata nada más y nada menos de la cafetería más antigua de Lisboa y data del 1905. Las tradicionales mesas octogonales y su decoración art déco barra kitsch son típicas. Además, su camarera que se parece a Rossy de Palma. El sitio es mítico y hay que visitarlo sí o sí en Lisboa para empezar un largo día de subir y bajar cuestas por esta ondulada ciudad.
2. Para una bica: O Adamastor
Aunque se encuentra muy cerca de A Brasileña, puedes tomarte otro café en O Adamastor. O luego a la tarde. He de confesar que para mí, el mejor café del mundo es el que se toma en las cafeterías de Portugal. Sorry Italy! Un café solo, cómo me gusta a mí, en Portugal se llama ‘bica’. Es algo más corto que un solo español pero más largo que un espresso italiano. Puedes practicar pidiéndolo en la coqueta plazoletilla en la que se encuentra O Adamastor. Es un lugar genial también para admirar el tranquilo trasiego de los lisboetas. Porque si hay algo que los portugueses no tienen, es prisa.
3. Para comer bacalhau a bras: Bacalhau
¿Sabías que mi plato favorito del mundo es el bacalhau a bras? No tiene nada de especial ¿pero a quién no puede gustarle un revuelto de bacalao, patatas y huevo? Un sitio pequeño, sin pretensión ninguna que pone un muy buen bacalhau a bras (también llamado bacalao dorado) es un sitio llamado «Bacalhau». Sí, el nombre no deja mucho a la imaginación. El sitio se encuentra de Cais de Sodré y, ya que estás aquí, puedes aprovechar y regarlo con un buen vino alentejano.
4. Para comprar souvenirs bonitos: A vida portuguesa
En el barrio de Chiado, y con una entrada llena de telas, se encuentra la preciosa tienda de A vida portuguesa. Si eres de los que lleva souvenirs a todo el mundo, o simplemente te gusta llevarte un recuerdo para ti mismo, este sitio es ideal. Tienes multitud de productos típicos con unos envases preciosos. Aunque ni siquiera te apetezca comprar nada, un paseíto por la tienda es una experiencia muy recomendable.
5. Para una tarde alternativa: LX Factory
A medio camino entre Belém y el centro se levanta LX Factory, una antigua zona industrial que ha sido recientemente abierta bajo el puente del 25 de abril . En esta área de acceso gratuito puedes encontrar de todo: bares y restaurantes, cafeterías, tiendas de discos y de ropa vintage, librerías, barberos y un largo etcétera. Es genial para pasar una tarde hípster y alternativa. Es un poco una mezcla entre el Matadero de Madrid y la Christiania de Copenhague quitándole, claro está, el toque revolucionario de esta última.
El street art está también muy presente, con una original pieza de un ‘Adam and Steve’ que serviría bien para alguna que otra mente retrógrada.
Antes de continuar:
6. Para saborear un buen prego: Be The Wine
¿Sabes lo que es un prego? Un prego es una especie de pepito de ternera. En el barrio de Chiado se encuentra Be The Wine, dónde probar esta delicia es algo imprescindible en cualquier viaje gastronómico a Lisboa. La decoración es en forma de bodega de vino, de ahí su nombre «Sé el vino» y es un buen lugar para probar alguno de los caldos locales también, además el personal es de lo más simpático.
7. Para una cena en palacio: Palacio Chiado
Quizá no sea lo que esperes que te recomiende, pero de vez en cuando hay que darse un homenaje. En pleno barrio de Chiado, siete chefs de la capital portuguesa han restaurado este palacio del siglo XVIII, edificado tras el devastador terremoto de Lisboa. Aquí han asentado sus cocinas y con precios que no son tan desorbitados, puedes disfrutar de distintos tipos de comida en un mismo lugar.
El palacio es impresionante y, si te quedas a comer en la planta de abajo, no olvides de darte una vuelta por el nivel superior ya que cuenta también con decoraciones exquisitas y hasta un surrealista león volador.
8. O una cena con vistas: Chapito à Mesa
¿Sabías que la séptima terraza más bonita del mundo se encuentra aquí en Lisboa? Según la prestigiosa publicación Condé Nast Traveler, Chapito à Mesa, en el recoleto barrio de Alfama, ocupa ese puesto en el ránking. Y la verdad es que no decepciona. Cuenta con varias terrazas decoradas con luces que simulan una carpa de circo y las vistas son impresionantes. ¿Mi plato favorito de la carta? Las gambas con salsa kim-chi. Me hubiera comido una montaña de ellas.
9. Para una copa en el paraíso: Park
En primer lugar, perdón por la foto borrosa, pero el iPhone en modo nocturno y de lejos no da para más, pero te puedes hacer una idea. Park es uno de los sitios más de moda en Lisboa y, si no te dicen dónde se encuentra exactamente, ni lo localizas. A pesar de que su nombre lo indica ‘veladamente’: está en la planta quinta de un párking del Barrio Alto. No hay ninguna indicación ni cartel, pero llegar allí es una maravilla. Gente guapa, buena cerveza y unas vistas increíbles de toda la ciudad. Te garantizo que cuando llegues aquí, te querrás quedar a vivir en Lisboa durante una buena temporada.
10. Para una fiesta de lo más divertida: Barrio Alto
El encanto de Lisboa se encuentra en sus calles, y los lisboetas lo saben bien. Nada como una noche de fiesta en las calles del Barrio Alto (rua da Barroca y alrededores). Aquí lo que pega es pedirse una buena ‘caneca’ y tirarse a la calle para compadrear con la gente local. Y de aquí, hasta el amanecer.
Mapa de situación de mi Lisboa alternativa
Agradecimientos
En este post me gustaría agradecer a Tamás por haber celebrado su cumple en Lisboa y, sin el cual, nuestra última visita no hubiera sido posible y a este grupo tan ‘pizpireto’ en el que no faltaron las risas y el buen rollo.
Código ético de 10 experiencias para disfrutar de una Lisboa alternativa
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