Vibrante, envolvente, genial, rica y pobre a la vez: Marrakech es una ciudad de contrastes. Depende de cual sea el plan de viaje, la ciudad más importante -en términos turísticos- de Marruecos, puede mostrar una cara u otra. El Marruecos de Carmina Ordóñez puede estar aquí, pero también el Marruecos de cualquier mochilero. Solo hace falta saber elegir.
Si quieres tener clara tu elección antes de llegar a la urbe magrebí, no te pierdas los siguientes consejos sobre cómo llegar, dónde alojarse, dónde comer o por dónde salir de fiesta en Marrakech.
En este post encontrarás:
¿Cómo llegar a Marrakech desde el aeropuerto?
Cómo ya describí en el anterior artículo, la mejor opción para llegar al centro de Marrakech desde el aeropuerto es concertando previamente un transfer con el alojamiento que hayas elegido para tu estancia en la ciudad. El rango de precios suele estar entre los 10 y los 2o euros. Este precio es por vehículo, no por persona. Por lo que esta opción puede resultar incluso más económica. Saliendo de la terminal, encontrarás una miríada de señores con los cartelitos esperando a los clientes de todos los alojamientos. Deberás estar muy atento, ya que algunos de los conductores están más preocupados por charlar con el colega que en mostrar el letrero en condiciones.
Otra opción es en taxi privado o petit taxi. Claro que ya sabes a lo que te debes enfrentar: el temido -o fascinante- regateo.
¿Dónde alojarse en Marrakech?
El Sofitel, el Selman, el Royal Mansour… Marrakech tiene una amplia oferta en hoteles de cinco estrellas y de gran lujo. Alguno de estos grandes hoteles cuentan con precios moderados si los comparamos con otros destinos por lo que podemos darnos un pequeño gusto y alojarnos en ellos. Sin embargo, debes plantearte ¿es este el Marrakech que quiero conocer?
Los hoteles de 5 estrellas se encuentran al oeste de la ciudad y bastante retirados del centro. Si bien la distancia se puede cubrir caminando, al final del día puede ser agotador.
La mejor opción para conocer Marrakech de la forma más cómoda posible es alojándonos en un pequeño riad del centro. Los riad son pequeños hoteles a modo de hostales esparcidos por todo el casco antiguo de la ciudad. Normalmente cuentan con un patio central y están bastante bien aislados del exterior. Alojándote en ellos, no solo estarás ayudando a la economía local, sino que también estarás en el mismo centro con todo a mano.
Una buena elección es el Riad Marrakech Puchka. Pequeñito, a diez minutos de Jemaa El Fna, con piscinita, terraza, desayuno incluido y un personal de lo más agradable.
¿Dónde comer en Marrakech?
El continuo trasiego de la gran plaza de Jemaa El Fnaa de duplica o triplica al caer el sol. Además de los coloridos puestos de especias y zumos, se montan en ella varias filas de carpas que alojan gran cantidad de tenderetes de comida marrakchí. Entre las opciones que podemos encontrar es: cabeza de vaca -con todo la misma incluye- típicos pinchitos morunos o pescadito frito. Adentrarse en ellas es ser el blanco de los «relaciones públicas» de cada uno de las decenas de puestos y pueden ser muy -pero que muy- insistentes. Hay que armarse de paciencia.
Si queremos una experiencia para comer en la calle, pero sin tener que enfrentarnos a la marabunta de los puestos de Jemaa El Fna, podemos tomar la rue Zitoun El Kedim hacia el sur desde la mítica plaza y sentarnos en alguna de las pequeñas terracitas que ahí se encuentran. El precio es más barato y la comida es de mejor calidad que en la plaza.
En caso de querer subir un poco el estándar, en esa misma calle encontramos el Zwin Zwin Café, un coqueto bar-restaurante regentado por una simpática señora francesa que habla a la perfección español e inglés y cuya carta ofrece delicias como berenjenitas a la miel o tajín de dorada. Cuenta con una terracita desde la que cenar contemplando los tejados y mezquitas de la ciudad y es uno de los pocos lugares de la medina donde se sirve alcohol.
Por último y -en caso que te dé la gusa paseando por la medina- puedes acercarte a media tarde a por un batido de frutas de un pequeño puesto situado en la Derb Dabachi. No tiene nombre, pero sin duda lo reconocerás debido a la gente que se ve esperando por uno de ellos. Me picó la curiosidad y probé uno de los batidos. Sin mediar más palabra que «fresa» y «plátano» con el tendero, me sirvió una buena jarra de batido por 5 dirhams. Delicioso.
¿Dónde salir de fiesta en Marrakech?
Marruecos es un país musulmán y como tal el alcohol -por lo general- no está muy bien visto. Esto hace que salir de fiesta por Marrakech sea, o bien caro, o bien una odisea. En la zona de Guéliz, al oeste de la ciudad y fuera de la medina se encuentra la zona de marcha «oficial» de la ciudad. Grandes clubs y discotecas de nombres sugerentes como Le Diamant Noir o Awtar. Ante ellos desfilan los coches de los ricos marroquíes y los finos turistas dispuestos a pagar los 200 dirhams (unos 20 euros) que cuesta la entrada. Sin bebida.
Sí, como yo, no estas en disposición de gastarte en una entrada a una discoteca marrakchí lo que cuesta un menú para tres personas en la medina, tienes la opción del Kosy Bar. Un bar-restaurante con música en vivo muy frecuentado por la comunidad extranjera en el que poder tomarte una cerveza acompañado de lo mejor de cada casa.
Si te das por vencido, siempre puedes volver al Zwin Zwin -que también sirve alcohol- y tomarte un delicioso mojito berber. O dos.
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