Estratégicamente situada en el centro geográfico de Andalucía y a tiro de piedra de las grandes capitales de la región se encuentra la pequeña ciudad de Antequera.
Me cuento entre los culpables de no haber prestado la suficiente atención a esta localidad que, si bien se obvia en muchos itinerarios por Andalucía, debe incluirse como un «imprescindible» en cualquier buen tour por el sur España.
Para disfrutar bien de ella es necesario dedicarle un par de días, pero si eres de los que vas de un sitio para otro con prisas, en este post te resumo qué puedes ver y visitar durante una excursión de un día a Antequera.
En este post encontrarás:
Introducción y recomendaciones para visitar Antequera
Antequera cuenta con una población de 41.000 habitantes y su situación geográfica excepcional ha hecho de esta localidad una encrucijada geológica y humana. Una excursión a Antequera es un auténtico viaje en el tiempo. Desde el Jurásico hasta nuestros días pasando por una Edad Moderna gloriosa, que le dio a la ciudad ese centro histórico tan ricamente conservado.
Una ventaja de visitar Antequera es que es muy económica. Varios de sus más característicos monumentos son gratuitos por lo que es un destino perfecto para presupuestos ajustados.
Para moverte por Antequera y disfrutar de todo lo que esta ciudad ofrece, lo mejor es el coche ya que una de sus principales atracciones, El Torcal, se encuentra a más de doce kilómetros del centro urbano y no existe transporte público que llegue hasta su emplazamiento.
De aventuras por El Torcal
Hace millones de años, durante la era Jurásica, Andalucía era un mar. Sumergida en un gran estrecho que unía el Mediterráneo y el Atlántico, nuestra región emergió dando lugar a los Sistemas Béticos debido a la presión ejercida por la placa africana. Gracias a la posterior erosión del terreno calizo, las diferentes capas de sedimentos submarinos quedaron a la vista conformando un espectáculo digno de la mejor ciencia ficción transplanetaria.
Para llegar a El Torcal es necesario tomar la carretera la A-7075 desde Antequera, dirección Sur. Es una carretera de montaña por lo que debes extremar las precauciones e ir a una velocidad moderada ya que te puedes encontrar un autobús de excursionistas tras cualquier curva cerrada.
Se puede acceder con el coche hasta el aparcamiento provisto delante del Centro de Recepción de Visitantes. Según se informa en su página web, si el aparcamiento está lleno no dejan acceder hasta el mismo, por lo que en este caso, es necesario dejar nuestro vehículo a unos 3,5 kilómetros de distancia y tomar un bus lanzadera dispuesto para tal contingencia.
En el Centro de Visitantes dan información sobre las diferentes rutas. Existen tres rutas públicas: la naranja, la verde y la amarilla. Si vas con poco tiempo, como es en nuestro caso, la opción preferente es la verde, ya que en 45 minutos te da opción a recorrer algunos de los puntos más significativos y observar el paisaje en toda su magnificencia.
Descubriendo a los primeros pobladores andaluces en los dólmenes
Desde la era de los dinosaurios, pasamos ahora el Neolítico. La peña de los Enamorados tiene algo mágico, y este algo mágico lo sintieron ya los pobladores de Andalucía allá por el 3800 antes de nuestra era. Por este motivo, e inspirados por las vistas, levantaron templos megalíticos por toda la región. Hoy en día se conservan tres: Menga, Viera y el Romeral.
Desde El Torcal debemos retroceder hasta la ciudad y circunvalarla hasta llegar a su extremo nororiental. El centro de interpretación de los Dólmenes de Antequera cuenta también con aparcamiento, haciendo la visita con nuestro coche mucho más sencilla.
El acceso es gratuito y uno se siente realmente como en un lugar mágico entre estas grandes formaciones prehistóricas. Las vistas de la peña de los Enamorados inspiran y no es de extrañar que los antiguos antequeranos veneraran esta formación como su deidad más importante.
Dos de las formaciones neolíticas se encuentran en el mismo perímetro: Menga y Viera, el Romeral se encuentra a «algunas rotondas» de distancia. En el centro de interpretación aportan información interesante para conocer en profundidad el significado histórico de estos monumentos recientemente declarados Patrimonio Mundial por la Unesco.
Romanos, árabes y cristianos en una encrucijada de caminos
Dejamos las afueras para dirigirnos al centro de la ciudad. Como ya sabemos, Antequera ha sido poblada de forma ininterrumpida desde el Neolítico, y esto ha dejado su marca en el carácter y fisonomía de la ciudad.
Más de treinta iglesias se levantan en la localidad. Al igual que Granada, tras su conquista por los Reyes Católicos, Antequera se convirtió de atracción para «cristianizar» la zona. Si a esto le sumamos a la riqueza que generaban las primeras industrias de España que se localizaban en la zona, tenemos uno de los emplazamientos con mayores templos per cápita de toda Andalucía. En un radio relativamente pequeño podemos descubrir a pie la iglesia del Carmen, el convento de San Agustín o el convento de San José, el cual -además- acoge el museo Conventual de las Descalzas. No obstante, el templo más llamativo de la ciudad es la parroquia de San Sebastián que, con su característica torre barroca, preside la recoleta plaza que lleva su nombre.
Ascendemos ahora a la colina de la Alcazaba para conocer el pasado árabe de la ciudad. La subida es amena y las vistas según se va ascendiendo van siendo cada vez más espectaculares. La peña de los Enamorados como telón de fondo a las encaladas barriadas muestran una estampa de lo más impactante. Tras atravesar el arco de los Gigantes, llegamos al parque de Maria Cristina donde se juntan el pasado árabe, la Alcazaba; el cristiano, la impresionante colegiata de Santa María; y el romano. No muchos lo saben, pero Antequera cuenta con unas interesantes termas romanas construidas aprovechando la fisonomía de la ladera sobre la que se asienta.
Es hora de descender de nuevo al centro. Puedes tomar la cuesta de Barbacanas, nombrada en mí honor, y descubrir el pequeño y discreto Archivo Municipal, con su rico e histórico escudo en su frontispicio.
Dónde comer en Antequera
La gastronomía de Antequera es sencilla pero deliciosa. Su plato estrella es la porra antequerana, un tipo de salmorejo algo más denso y de delicioso sabor que se sirve con jamón, huevo cocido y atún. No podemos olvidar tampoco, el típico mollete de Antequera, originario de la ciudad. Además, debido a su emplazamiento en la provincia de Málaga, la localidad cuenta también con variadas y buenas opciones de pescado frito durante todo el año.
Cuándo el hambre acucie, dirígete a la calle Infante Don Fernando (conocida por los locales como «la calle principal»). En dirección a la plaza de Castilla y en la confluencia de esta con la calle Cantareros, encontrarás una amplia selección de restaurantes a ambos lados de la calle donde elegir. Los precios son además, muy competitivos, por lo que no necesitarás gastarte una fortuna para tomar fuerzas y continuar tu visita.¡Y que salga el sol por Antequera!
Comments
Buaaa qué ganas de salmorejo ¿sabe igual que el cordobés? Pues tiene buena pinta Antequera y nunca he ido, tiene delito que está cerca de Granada y de Málaga, donde estudié la carrera, ains, a ver si pongo remedio. El Torcal es digno de una buena sesión de fotos y los dólmenes una pasada. Este año voy sí o sí 😉
besitos
La «porra» (como lo llames salmorejo allí la lías jajaja) sabe muy parecido, es algo más espeso. Pues tienes que ir ya de ya! El Torcal es flipante!
besos!!
Muchas gracias por compartir toda la info. Hace unos meses que estuvimos en Antequera e hicimos prácticamente lo mismo que tú, jejejej. Me alegro de que coincidamos!! Vamos por el buen camino 😉
Si hemos coincidido es que ambos acertamos! 😀
Antequera es uno de esos destinos que, precisamente por tenerlos cerca de casa, no apreciamos como deberíamos. Es cierto que hemos estado un par de veces, pero aún nos quedan muchos rincones por conocer, así que tomamos nota de tus indicaciones. 🙂
Un saludo Dani!
Me alegra que os haya gustado! si tenéis alguna duda más decidme! un abrazo!
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