Visita guiada a la Sagrada Familia en Barcelona

A la par que la Alhambra de Granada, la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona es, sin duda, uno de los iconos más reconocibles de España por todo el mundo.

En mi última visita a Barcelona, no podía faltar mi obligatorio paso por este impresionante -e inconcluso- monumento. Pero esta vez, opté por conocerla más en profundidad de forma guiada y he de decir que mi percepción del monumento cambió radicalmente.

La visita guiada al monumento ofrece un punto de vista único y, tiene tantos secretos, tanta impronta de su arquitecto, Antoni Gaudí, que es imposible descubrirlos uno mismo sin un guía.

Antonia fue mi cicerone para la Sagrada Familia de la mano de Musement y estos fueron algunos de los secretos que nos compartió de la obra maestra del arquitecto catalán.

Acercándonos a la basílica de la Sagrada Familia

Ya antes de entrar en el magnífico templo, la Sagrada Familia llama la atención, no sólo por su original forma, sino por los diferentes materiales empleados en su construcción. Hay que tener en cuenta que esta basílica, para cuando de finalice, probablemente en 2026, habrán transcurrido casi siglo y medio.

Es decir, quedan menos de dieciocho años para ver esta maravilla terminada. De hecho, una de las torres principales, la de María, está prácticamente a punto de finalizarse.

El edificio acabado contará con 18 torres, siendo la más alta la que dé significado a Jesús con una altura de 172,5 metros. Ésta se ha comenzado a construir recientemente (en octubre de 2018) y para el montaje de las piezas es necesaria una grúa con una altura de 180 metros, más alta que el mismísimo monte de Montjuïc.

Dato del mapache: Gaudi, no fue el arquitecto del primer proyecto de la Sagrada Familia. Éste coge las riendas del proyecto un año después del comienzo de la construcción en 1883 y cambia totalmente el esbozo de lo que será el mayor templo de Barcelona.

La fachada del Nacimiento

Actualmente se accede al monumento por la fachada del Nacimiento, aunque está previsto que sea provisional ya que cuando la Sagrada Familia esté finalizada en 2026 se prevé que la entrada se realice por la calle Mallorca.

Esta fachada es la más antigua que se terminó y, gracias a la cual, se ha convertido en un icono turístico de toda Cataluña y España. En ella se muestran diferentes episodios del comienzo de la vida de Jesús como son la huida a Egipto o sus primeros años como carpintero ayudando a su padre putativo, San José.

En el centro de las escenas y ascendiendo hacia el cielo se representa de manera representativa el nacimiento por medio del conocido como Árbol de la Vida que sube junto a un grupo de palomas que simbolizan a su vez a los fieles.

Algo más oscuras son las representaciones de los diferentes reptiles esculpidos en esta fachada. Éstos simbolizan el mal y se encuentran mirando hacia abajo, como huyendo del nacimiento del salvador del mundo. Hay serpientes y lagartos, pero también, de forma más inesperada, camaleones. Está claro que Gaudí sorprendía incluso en sus originales representaciones del mal.

A la entrada del templo por esta fachada, nos recibe una columna con el árbol genealógico completo de Jesús según la Biblia con una serpiente con manzana al pie. No podemos tocar la serpiente y para ello, una reja la rodea impidiendo el acceso a ella. Esta verja se encuentra ahí para protegernos del mal.

El interior de la nave principal de la Sagrada Familia

El efecto wow de entrada a la Sagrada Família es innegable. Hay que estar muerto por dentro para no sobrecogerse al entrar en esta inmensa sala central del templo. Parte de esta impresión es debido a las impactantes columnas. Encontramos de varios tipos dependiendo del número de puntas de las estrellas que forman sus bases: de seis, ocho, diez y doce puntas. Los picos van girando y multiplicándose hasta formar un círculo en la parte superior. Comprender la magia arquitectónica de este efecto me costó más de un par de análisis visuales.

Es de destacar que para la construcción de las columnas se ha utilizado el granito más duro que existe para la edificación: el granito pórfido de Irán.

Antoni Gaudí no dejó nada al azar y todos, absolutamente todos los motivos del interior de la Sagrada Familia tiene un significado, incluso la localización de los flancos. El lado que da al mar, por ejemplo, cuenta con cristaleras verdes y azules, las cuales, al reflejar la luz en el interior, nos transportan a los colores del Mediterráneo. Gaudí era un genio en todas sus facetas.

En los mil quinientos metros cuadrados de superficie del interior de la Sagrada Familia no encontramos ninguna estatua, ni capilla al modo de las catedrales o basílicas tradicionales del Cristianismo. Aquí dichas representaciones se encuentran plasmadas con nombres en las vidrieras. La única estatua que encontramos es el Jesús crucificado.

Pero este Jesús crucificado difiere de la forma tradicional de representación de su martirio. Tiene una posición extraña pero, según Gaudí, era ésta y no otra la forma más natural que tendría un cuerpo al ser sometido a la tortura de la crucifixión. Él mismo realizó fotos a un modelo para ver cómo estarían los músculos en dicha postura. Estas fotos se pueden ver en el museo.

Dato del mapache: Gaudí se encuentra enterrado en la cripta en la Sagrada Família. El catalán dedicó 43 años al estudio de la construcción de su mayor monumento.

Finalizamos nuestro análisis de la nave principal de la Sagrada Familia observando el efecto de la luz sobre el costado de la Pasión. La luz que entra bañando la sala al atardecer va cambiando en sus tonalidades, desencadenando un espectáculo lumínico que se puede apreciar si uno se queda sólo cinco minutos observando el cambio de matices en estos rayos.

La puerta de la Pasión

Opuesta a la fachada del Nacimiento se encuentra la puerta de la Pasión. Unos portones sobrios y tristes. Nos cuentan con 800 palabras talladas en bronce la muerte de según el Evangelio.

La fachada de la Pasión cuenta con gigantes y sombrías estatuas que representan las diferentes estaciones del Via Crucis. Éstas, sin embargo, no fueron realizadas por Gaudí, sino por el escultor catalán Josep Maria Subirach. No sin cierta polémica, Subirach no quiso esculpir las estatuas de Gaudí, sino que las reintepretó. Eso sí, no faltan los guiños a Gaudí. Por ejemplo, los cascos de los soldados tienen el diseño de los picos superiores de la Casa Milá, obra también del arquitecto.

Justo al lado de la estatua que representa el beso de Judas se encuentra el Cuadrado Mágico de Gaudí. En este cuadrado de 4×4 celdas encontramos algo parecido a un sudoku moderno en el cual, la suma de cualesquiera de las filas, columnas o diagonales suman 33. La edad en la que Jesús fue ajusticiado.

La escuela de Gaudí

Fuera de lo que sería el edificio principal de la Sagrada Familia y escondido, como acurrucado a la sombra de su colosal «hermano» se encuentra la Escuela de Gaudí.

Este edificio pequeño se construyó en 1909 con dinero del propio Gaudí para los hijos de los obreros que trabajaban en el proyecto de la Sagrada Familia.

Es una monería de edificio que no te puedes perder y, como curiosidad arquitectónica, la escuela no cuenta con ninguna línea recta. Todo son curvas, por lo que, aunque discreta, no deja de ser una magnífica obra de arquitectura.

Consejo de mapache: la escuela es más fácil de visitar en fin de semana ya que entre semana tienen preferencia los grupos escolares.

Cómo realizar la visita guiada a la Sagrada Familia

Si te ha interesado lo que te he contado, no puedes dejar de hacer esta misma visita guiada, incluyendo la entrada a la Sagrada Familia haciendo clic aquí.


Comments

  1. Pingback: BARCELONA: 50 POSTS QUE AYUDAN PARA VIAJAR [3] | Viatges pel Món

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *