¿Puglia? ¿Apulia? ¿El tacón? ¿El talón? Lo llamemos como lo llamemos, la esquinita del sudeste italiano suele relegarse en nuestras listas de destinos prioritarios en Italia. Lejos de los grandes circuitos por Roma, la Toscana o la Campaña, la Apulia es un tesoro aún por descubrir.
Un sinfín de pueblecitos, bahías y montañas te aguarda en esta parte de la bota. La mejor manera para recorrerla es sin duda con un coche. El transporte público en la Apulia deja que desear y la cantidad de pequeñas localidades y rincones que se pueden visitar es tan grande que hacen que el automóvil sea nuestro mejor aliado para ir a nuestro aire por la zona.
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Consejos para preparar tu roadtrip por Apulia
A la hora de lanzarnos a la carretera por el sur de Italia, conviene tener en cuenta algunas peculiaridades de la zona. En este post tienes algunos consejos para que vayas bien preparado no solo por Apulia, sino también por Basilicata y Campania.
Mejores lugares para un roadtrip por la Apulia
Bari
Comenzando al norte de la región, la ciudad de Bari es una buena opción para comenzar nuestro viaje en coche por Apulia. Además de ser la capital, cuenta con el aeropuerto más importante de la región por lo que te será fácil aterrizar aquí.
La ciudad se encuentra muy recuperada de su pasado azotado por la mafia y, aunque no es de lo más pintoresco de la zona, merece la pena dedicarle un día para recorrer su casco antiguo. El Castelo Svevo, el Duomo, la basílica de San Nicolás o la Piazza Mercantile son sus puntos de interés más importantes. Fuera del casco antiguo: nada de nada. Es mejor coger «carretera y manta».
Polignano a Mare
Dirigiéndonos al sudeste desde Bari por la autovía SS16 llegamos a una joyita al borde del mar: Polignano a Mare. Si te gustan las playas, debes visitarlo. Si te gustan los pueblos con entanto, debes visitarlo. Si te gustan los paisajes originales, debes visitarlo. Esta pequeña localidad se encuentra sobre un acantilado que domina el mar sobre el cual, una serie de pequeños miradores proporcionan unas vistas increíbles de la localidad.
Bajando unas empinadas escaleras y diversas callejuelas podrás darte un baño en las plácidas aguas de la pequeña bahía que da ese aspecto tan característico a Polignano. Cerca de la playa te podrás acercar también a algunas cuevas que utilizaban antaño los pescadores para esconder mercancías.
Alberobello
Abandonando la costa y subiendo hacia las montañas por la carretera SP113 llegamos a la aldea de Alberobello. Quizá sea una de las localidades más características de toda la región. Esto se debe a la proliferación en la misma de sus típicos trulli. Los trulli son pequeñas casitas o cabañas circulares que terminan en tejados de forma cónica. Sin duda una de las visiones más oníricas de toda la región de Apulia.
Si el mediodía te pilla en Alberobello, es este un buen lugar en el que disfrutar de un refrescante spritz aperol en alguna de sus terracitas mientras observamos la fantástica vista de las cónicas casitas de encaladas paredes.
Locorotondo
A escasos nueve kilómetros de Alberobello, y monte arriba por todo el corazón de la Puglia encontramos Locorotondo. Contrasta este último con el anterior debido a la escasa presencia de turistas por sus calles. Si Alberobello se lleva la palma con todos los buses de excursionistas, Locorotondo pasa más desapercibida debido a su ausencia de trulli. No obstante, al pequeño pueblo no le falta encanto. Se encuentra en lo alto de un privilegiado cerro. por lo que desde la localidad se pueden observar grandes extensiones de típico paisaje mediterráneo.
Si el contemplar estas vistas te levanta el apetito estás de enhorabuena. Locorotondo cuenta con gran variedad de restaurantes y tratorías típicas. La Taverna del Duca es una buena opción, sobre todo por ofrecer en su carta las orecchiette: la pasta tradicional de esta zona de Italia cuyo nombre le viene dado por su característica forma de orejita. Muy original el naming.
Ostuni
Continuando por el interior del norte de Apulia, sobre la sierra de de la Murgia, visitamos a continuación Ostuni. Es sensiblemente mayor que el resto de los pueblecitos que hemos visitado desde que dejamos Bari y cuenta con dos grandes partes diferenciadas. La primera, más llana, es la zona nueva donde encontrar el área comercial y la piazza della Libertà en la cual disfrutar de un espresso mientras observamos el discurrir de sus gentes. La segunda, el casco viejo se asienta sobre un pequeño risco y quiere recordar ligeramente a las antiguas villas de Extremadura. Las calles empedradas y retorcidas terminan en lo más alto junto a la preciosa catedral de Nuestra Señora de la Asunción de estilo gótico y de un encanto superior.
Bríndisi
Dejamos la sierra para bajar de nuevo a nivel de mar. A 40 kilómetros al este de Ostuni llegamos a Bríndisi. Este antiguo e importante puerto fue donde Phineas (o Willy) Fogg cogió su primer barco para continuar si viaje en su Vuelta al mundo en 80 días. Es una ciudad muy viva y su paseo marítimo y su puerto son de lo más bullicioso y siempre cuentan con interesantes actividades, ferias y festivales.
Una solitaria columna romana de brillante color blanco corona una escalinatas que dan justo al mar y es el lugar favorito de los brindisini para observar la puesta de sol.
Lecce
Llegamos a la capital de la provincia más meridional de Apulia y a la que puede que sea la ciudad más monumental de todo el sudeste italiano. Lecce se sitúa en pleno centro de la península de Salento (el tacón de la bota propiamente dicho) por lo que es ideal para utilizarla como base para luego visitar el resto del sur del sur de la región. Además cuenta con una interesante vida nocturna localizada en torno a las traseras del Duomo.
Lecce tiene patrimonio para dedicarle día y medio e incluso dos. Es la capital barroca por excelencia de la Apulia: el Duomo, la iglesia de la Santa Cruz, la de San Mateo o la de Santa Irene destacan entre la gran cantidad de vistosos monumentos tan barrocos que rozan el horror vacui. A su oferta patrimonial barroca, hay que añadir las maravillosas ruinas romanas que se encuentran de sopetón en pleno centro de la antigua Lupia.
Para tomar una cerveza o un típico vino de la zona para terminar el día una buena opción es el Bar Moro, situado en plena zona de marcha de la ciudad.
Gallipoli y las playas de Torre San Giovanni
Nos adentramos ahora en lo más profundo de la Apulia. Al sudoeste de Lecce, siguiendo la ss110 llegamos al antiguo puerto de Gallipoli. La ciudad antigua se asienta sobre un mínimo peñasco rodeado totalmente de agua. lo cual le da un encanto muy particular. La ciudad conserva todo su recinto amurallado, gracias al cual, no extraña que se haya conservado su interior de manera tan característica a lo largo de los siglos. Si bien el encanto del pueblo se centra en sus angostas callejuelas, Gallipoli también cuenta con monumentos importantes como son su castillo, la catedral o la iglesia de la Santa Cruz.
En la zona de Gallipoli se concentran también las mejores playas de Salento, una región que a pesar de estar prácticamente rodeada de mar, cuenta con pocas y muy malas playas. Algo difíciles de encontrar, las playas de la punta della Suina son las más cercanas a Gallipoli. Pero si quieres disfrutar de un baño de aguas cristalinas y arena blanca blanquísima debes acercarte a Torre San Giovanni, a unos 25 kilómetros al sur. Llegar hasta la misma playa es complicado debido a los diferentes tramos en obras y el difícil pavimento de las carreteras de la zona. Pero un buen baño mediterráneo hará que termines el día de la mejor de las maneras.
De Torre San Giovanni a Castro
Atravesando la península salentina de oeste a este, disfrutaremos de un bucólico trayecto de pueblos adormecidos que despiertan al paso de nuestro motor. Atravesaremos Ugento, Montesanto y Andrano por una estrecha carretera hasta llegar a la costa este del Salento. Castro nos recibe en lo alto de un acantilado desde el cual -casi casi- podemos ver Albania. En la parte más alta, el castelo que domina toda la región es el monumento más importante de esta pequeña localidad costera en la que -supuestamente- se encontraba el templo más importante dedicado a la diosa Minerva en tiempos griegos.
De Castro a Otranto
Nos dirigimos ahora hacia el norte en lo que puede considerarse la carretera más bonita de todo el Salento y la Apulia. La serpenteante SP358 recorre veinticuatro kilómetros de acantilados y riscos y espectaculares vistas sobre el Adriático. El trayecto es aquí lo importante. La costa Amalfitana se queda con toda la fama, pero la costa Salentina no tiene nada que envidiarle.
Tras el trepidante recorrido costero llegamos a Otranto, la ciudad que da nombre al estrecho que separa Italia de Albania. El pequeño pueblo costero, cuenta también con su castillo y sus iglesias típicas de la zona y, además, con una de las puestas de sol más bonitas del Salento. Su paseo marítimo es de lo más animado y las heladerías de la zona nos darán una buena excusa para refrescarnos mientras vemos el sol teñir de dorado las aguas del Adriático.
Es hora de volver a Lecce y pasar nuestra última noche en este mágico y menos conocido rincón de Italia.
¿Continuamos el roadtrip?
Si Apulia es desconocida, Basilicata es prácticamente inexistente en los circuitos turísticos por Italia. No obstante esconde importantes puntos de interés como Matera (la ciudad de las cuevas) y sierras y montañas que harán las delicias de cualquier apasionado de la conducción. Próximamente en El viaje del mapache.