El paso de Israel a Palestina en coche de alquiler: peligros y consejos

En coche de Israel a Palestina
Un coche de alquiler barato y hecho polvo, tres españoles de menos de 170 centímetros cada uno y un muro construido para separar dos mundos. El panorama no era nada halagüeño.
En el post anterior hicimos una introducción de la situación geopolítica actual de la zona de Israel y Palestina aplicada al turismo y de cómo acercarse a los puestos de control en la frontera entre árabes y judíos. Esta semana, te relataré lo que sucedió para que vayas prevenido al paso de Belén (y también al de Jericó).

ATENCIÓN: PELIGRO de estafa al acceder a Belén

Coche abandonado en las calles de Belén Palestina

Lo dicho. Tres españoles nos acercábamos con miedo al control fronterizo situado en la carretera 60 o Hebron Road entre Jerusalén y Belén, en zona A (ver en el post anterior ¿Qué es Israel y qué es Palestina?). Ante la impresión y el desconocimiento -sabíamos del riesgo que corríamos si pasábamos con un coche de alquiler israelí a territorio palestino- nos dirigíamos hacia el puesto de los militares a una velocidad más bien lenta. De la nada saltó al asfalto un joven de aspecto árabe que nos impidió el paso al grito de «Stop! Stop!». Ante el susto frenamos y le hicimos caso. El joven nos indicó la prohibición de acceder con un coche de alquiler a Belén y que teníamos un espacio para aparcar saliendo de la carretera a la izquierda. Siguiendo sus instrucciones nos salimos de la carretera y estacionamos el auto. Bajamos temorosos y el chaval comenzó a advertirnos de que el puesto al que nos dirigíamos iba a cerrar y que nos sería impedido el paso. Se ofreció, él que era taxista, a llevarnos y traernos a la iglesia de la Natividad a lo cual nos negamos, aduciendo que solo queríamos ir y que ya veríamos cómo volver. No problemo. También se ofrecía para solo llevarnos, por la cantidad de 200 shekels (unos 50 euros), un precio que era totalmente abusivo. Nos negamos y continuamos nuestro camino con el objetivo de llegar al puesto de control militar, mientras el joven continuaba dando explicaciones de que era árabe israelí y que podíamos confiar en él. Charloteo vano que nos soltaba según iba bajando el precio, hasta que llegó a los 100 shekels. Esta cantidad entre tres parecía razonable por lo que aceptamos. Error. Error de principiante.
El muchacho nos acompañó hasta el taxi de un compañero y allí nos metimos. Arrancó y comenzamos a avanzar en dirección contraria al paso de Hebron Road, recorrimos lo que me pareció como una circunvalación a la población betlemita y a toda velocidad rodeamos la ciudad y entramos -sin ver control alguno- en el casco urbano de ¿Belén? ¿Habíamos entrado a Belén o era otra ciudad? Paramos a sacar dinero ya que no contábamos con efectivo y tras la parada el taxista nos preguntó cuánto íbamos a pagarle. -«Pues lo que acordamos con tu compañero, 100 shekels«. A esto contestó de forma negativa ya que 100 shekels era solo pasarnos a Palestina, y que su «tarifa» hasta la iglesia de la Natividad eran 200 shekels. Y ahí estábamos. Desorientados. Perdidos. Siendo estafados. Tras quince minutos de discusión con aquel estafador que chapurreaba un pobre inglés desistimos y aceptamos nuestra derrota: le pagaríamos los 200 shekels. Con las mismas nos llevó hasta la iglesia de la Natividad y le tiramos su dinero al asiento.
Lo primero que hicimos en la plaza fue acudir a la oficina de turismo donde una agradable informadora en un perfecto español se apresuró a ayudarnos en todo lo que podía y, gracias a la cual, nos dimos cuenta de la magnitud de la estafa. Un taxi desde el lado palestino del control, el cual se puede atravesar perfectamente a pie, nos hubiera costado unos 20 shekels, es decir, un 10% de lo que nos tangaron, hablando mal y pronto. Es más, a pie (volvimos andando al control) son unos 20-25 minutos, no más. La señora de información turística, escandalizada, quiso llamar a la policía turística palestina pero, al indicar que el taxi era de matrícula israelí, no se podía hacer nada. El crimen quedó impune.

Recomendaciones para ir de Jerusalén a Belén con tu coche de alquiler

Belén Calle de la Estrella

Tras esta estafa sufrida en mis propias carnes, y con la experiencia adquirida, permíteme que te aconseje los siguientes pasos si deseas ir a Belén con rent-a-car.
  1. Dirígete al sur de Jerusalén por la carretera 60 o Hebron Road.
  2. Cuando te aproximes al punto de control, deja el coche estacionado en la explanada que encontrarás a la izquierda.
  3. No hagas caso de nadie que se te aproxime en las cercanías del control a no ser que sea militar.
  4. Dirígete al puesto control. Tranquilo, siendo extranjero no tendrás problema. Podrás observar -con pena- que la situación no es tan fácil para los palestinos.
  5. Una vez pasado el control militar, encontrarás los taxis palestinos (la matrícula palestina es blanca con números en verde y una P). Estos te cobrarán 20 shekels y no mucho más. En caso de que lo hagan, quédate con la matrícula y comunícalo en la oficina de turismo situada en la plaza de la iglesia de la Natividad.
  6. Si el calor no es excesivo, puedes ir caminando al centro perfectamente.
  7. No pases con el coche de alquiler a Belén, llamaría mucho la atención. En otros blogs se indica que hay «muchos coches con matrícula israelí», pero la verdad es que no es cierto. Los automóviles con matrícula israelí (amarilla), en Belén son escasos.

El paso a Jericó

Jericó desde las alturas

Tras la traumática entrada a Belén, nos disponíamos a visitar Jericó con la lección ya aprendida. Para ir de Belén a Jericó (ambas zonas A, pero inconexas entre sí), debes volver a la carretera 60 hasta Jerusalén y de allí tomar la autovía 1 dirección mar Muerto (Dead Sea). La autovía 1 atraviesa toda Cisjordania (zona C) y está exenta de control fronterizo. Solo existe un control militar pasando Ma’ale Adumim. Pocos kilómetros antes de llegar al mar Muerto, encontrarás la salida indicando Jericó (Jericho). Saliendo de ella en breve encuentras el cartel indicando la prohibición de acceso para los ciudadanos israelíes por lo que esperábamos toparnos con un control fronterizo. Avanzábamos, avanzábamos y avanzábamos -siempre a escasa velocidad- por unas avenidas de deficiente asfalto pero con flamantes anuncios de Coca-Cola en árabe sin encontrar control alguno. De repente allí estábamos: en el centro de Jericó, zona A, sin haber encontrado control alguno y con nuestro coche con matrícula israelí. Para nuestra tranquilidad, en esta localidad sí se veían coches con matrícula israelí, aunque -claro está- éramos conscientes del hecho de que no contábamos con seguro allí donde nos encontrábamos. Para minimizar el riesgo, justo enfrente de las principales atracciones turísticas de Jericó: Tell es-Sultan y el monasterio de la Tentación, existe un pequeño bar con aparcamiento que explicita «para rental cars«, por lo que se supone que estará seguro. Tras la visita a Jericó volvimos por la misma avenida sin -de nuevo- tener que atravesar control fronterizo. Todo lo contrario a Belén.

Sé solidario y viaja a Palestina

Sé solidario y viaja a Palestina

Las noticias en los diarios en Occidente y el desconocimiento generalizado ante la situación pueden echar para atrás a la hora de acercarse a Palestina. Sin embargo, de forma generalizada, hoy por hoy, Cisjordania ofrece un destino seguro que muchos los turistas que visitan. Además, los palestinos son insuperablemente amables con los extranjeros y estarán encantados de hacerte tu estancia más fácil. Te irás con muy buen recuerdo de Cisjordania.
Por otro lado, si de verdad te interesa la causa palestina y quieres ser solidario con el pueblo palestino: viaja a Palestina. Por muchas pancartas que muestres y por muchas manifestaciones a las que vayas, nada ayudará tanto como ir y aportar dinero a la maltrecha economía de los Territorios Palestinos. Recuerda que el turismo es clave para la economía de cualquier región y que las divisas que deja este negocio serán de gran ayuda para construir un mejor futuro para Cisjordania.


Comments

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  3. Jaume

    Buenas! He estado leyendo tu viaje a Israel y tengo pensado hacerlo con mi familia. La pregunta es, ¿cómo lo ves, después de tu experiencia, hacerlo con una niña de dos años? A penas veo información por Internet y tengo mis dudas.
    Merci!

    1. Daniel Galán

      Bon dia Jaume! Si te limitas a lo que es Israel propiamente dicho, con una niña de 2 años es más que factible y cómodo hacerlo. Es un país bastante seguro y de unos estándares parecidos a los de España. Si tienes pensado pasar a los Territorios Palestinos te aconsejaría quizá organizarlo con alguna agencia o viaje programado ya que la frontera puede ser algo estresante haciéndolo de manera independiente.

  4. fernandoantonanzas

    Muy útil tu post! Estamos acabando de recorrer África en transportes públicos de sur a norte comomarcopolo.con y en Israel/Palestina alquilaremos vehículo para ahorrarnos el alojamiento durmiendo en el coche. Con CalAuto puedes alquilarlo por unos 12-15euros al día. Saludos!

  5. Bernardo

    hola Daniel, estoy planificando un viaje a Israel. dos preguntas: es posible llegar en taxi (israelí) a la frontera de Belen que comentas (66 th road), entrar andando y volver de la misma manera?
    y segunda pregunta: se puede ir en coche de alquiler por la zona de masada / mar muerto igual que a Jericó?

    Gracias por tu blog, muy util. y por adelantado por tu respuesta

    1. Daniel Galán

      Hola Bernardo. Lo que comentas del taxi a la frontera de Belén es la mejor opción. Asegúrate de que sea un taxi con licencia. A la hora de pasar el muro, no hables con nadie que no sea militar. Pasando la frontera a pie, no habrá ningún problema. Luego en el lado palestino puedes tomar otro taxi al centro.

      En cuanto al mar Muerto, no hay ningún control. Y para Jericó, aunque en teoría tendría que haber, no me encontré con ninguno. Llegué a Jericó sin problema.

      Saludos!

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