6 maneras de refrescarte por el mundo

Pineapple Whip, Springfield Missouri
El verano de 2015 será recordado como el más caluroso de la historia meteorológica registrada. No solo en España, sino en todo el mundo, las temperaturas alcanzadas están haciendo estragos en la mayoría de la población mundial. Del hemisferio norte, claro está.
Por suerte, en cada rincón del planeta, los humanos buscan de la mejor manera refrescarse y, vayas donde vayas, siempre habrá alguna sombra en la que refugiarte, o algo delicioso -o no tanto- con lo que mitigar el calor. A continuación, te destaco seis formas originales de refrescarte el gaznate por todo el mundo. Espero que no tengas sensibilidad en los dientes.

1. Snow cones. San Antonio, Texas (EEUU)

Snow cone o Snocone

Bajo el tórrido sol de Texas el calor es asfixiante. Si bien la zona de Riverwalk ofrece un respiro a las altas temperaturas; en los alrededores del complejo histórico de El Álamo, la falta de sombra puede hacer que te dé un jamacuco si no le pones remedio. Por suerte, unas simpáticas y amenas vendedoras estarán esperándote fuera del recinto militar que recuerda la revolución texana con sus puestos de snow cones. Los snow cones (o snocones) son, básicamente, hielo picado y sirope de frutas a tu elección. La primera impresión es nefasta. Es como abrir el congelador y empezar a comerte la escarcha. Pero espérate unos minutos a que el hielo comience a derretirse y el agua resultante se mezcle con el sirope. Unos instantes después, tendrás un delicioso zumo a base de concentrado del sabor que hayas elegido, y muy fresquito.

2. Pineapple whip. Springfield, Misuri (EEUU)

PIneapple Whip Springfield Missouri

Continuando en dirección norte por Estados Unidos, rumbo al Midwest, el clima se torna de lo más extremo. Una oscilación térmica que puede llevarte de los -20ºC en invierno a los 40ºC en verano. Si te pilla en uno de esos días de calorín, prueba a acercarte a la caravana de venta de pineapple whip en Springfield, Misuri. Es un helado refrescante con sabor a piña muy típico de la localidad de Springfield contando con fama incluso a nivel nacional. La experiencia no solo está en el helado. A la caravana donde se vende no le falta un detalle, bailarina hawaiana moviendo caderitas incluida. Ríete de Shakira.

3. Malabi. Tel Aviv (Israel)

Delicioso malabi en Tel Aviv, Israel

Un caluroso día de junio en la costa de Israel. Has decidido ir y volver a pie del barrio antiguo de Jaffa, la otrora potente ciudad portuaria árabe. De vuelta al centro de Tel Aviv estás al borde de la deshidratación y con más hambre que el perro de un ciego. ¿Cómo solucionarlo? Tómate un malabi. Este dulce refrescante a base de leche y de textura similar a las natillas se toma acompañado de miel y frutos secos picados. Si llegas a la zona del mercado del Carmel, acércate a degustarlos al puesto de Hamalabiya. Un pequeño kiosco con camareros de lo más simpáticos y en cuyas mesas se juntan los jóvenes telavivíes a jugar al backgammon y contar sus aventuras de la noche anterior.

4. Helado de habas. Singapur

Helado de habas

En Singapur el mayor problema para el viajero es la humedad mezclada con el calor monzónico característico de esta zona de Asia. La mejor forma de hacer frente a esta coyuntura meteorológica -sin duda- es tomarte un refrescante zumo de frutas tropicales, pero si quieres ser algo más atrevido: prueba un helado de habas. Sí, has leído bien. Un helado de habas. En un país donde lo dulce escasea, este invento es considerado un manjar, pero para las papilas gustativas del europeo medio… pruébalo y hablamos. Pero eso sí, no te vayas de la megaciudad asiática de moda sin degustar uno, de este modo tendrás anécdota gastronómica para rato.

5. Cassata de los italianos. Granada (España)

Cassata de los Italianos Granada

Chascarrillo repetido hasta la saciedad: la mismísima Michelle Obama, primera dama de Estados Unidos, cayó rendida ante estos helados de fama mundial. Desde 1936 -muy buen año para abrir un negocio- este despacho familiar de cremas heladas ha refrescado a los granadinos verano tras verano durante generaciones. Es tal su fama que el inicio tradicional del buen tiempo en la ciudad de la Alhambra se asocia a la frase «ya han abierto los italianos». Si bien sus helados normales no sobresalen por nada en particular, sus cucuruchos con un pedazo de tarta o de cassata están para chuparse los dedos. Es además una forma de lo más original de tomar un trozo de pastel helado. Ideal para las noches en el que ni el viento de Sierra Nevada es capaz de rebajar las duras temperaturas estivales.

6. Islandia

En Islandia se está fresquito

Para que nos vamos a engañar, esta es la mejor de las opciones. Si no te convencen ni los snow cones, los malabis o los helados de habas: vete a Islandia. Allí siempre se está fresquito y podrás volver para cuando las temperaturas nos dejen respirar por estas nuestras latitudes.
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