Uno de los monumentos que más intriga me producía y que quería visitar sí o sí durante mi estancia en Myanmar -la antigua Birmania- era la roca dorada de Kyaiktiyo. Sin embargo, solo contaba con un día para ir y volver, por lo que decidí informarme bien de cómo hacerlo y en caso de que se pudiese, si merecía la pena.
Como ya me ha ocurrido en otras ocasiones, al buscar en Internet «¿merece la pena ir hasta Kyaiktiyo en un día?» me encontré con información confusa y contradictoria. Algunos blogs mencionaban que era posible y otros que no. Ante tal situación, decidí comprobarlo por mí mismo. A continuación te describo con pelos y señales mi periplo que me llevó de Yangón (Rangún) hasta Kyaiktiyo y volver en el mismo día.
En este post encontrarás:
⚠️ ATENCIÓN ⚠️
En 2021 se produjo un golpe de estado militar en Myanmar (Birmania) por lo que actualmente no se aconseja viajar al país. Esperemos que se pueda normalizar la situación y el pueblo birmano pueda volver a desarrollar sus vidas en paz y democracia.
Salida desde Yangón
A las 6:30 horas de la mañana me pidieron un taxi en mi hotel del casco antiguo de Yangón para Aung Mingalar, la principal estación de autobuses de la ciudad. Esta se encuentra muy retirada del centro, tardamos una media hora por lo que me costó la suma de 8000 kyats. Hay que cerrar el precio antes de montar al taxi para no encontrarnos con sorpresas.
Antes de coger el taxi, debemos también asegurarnos de que el conductor sabe exactamente qué autobús queremos tomar ya que la estación tiene una extensión considerable (con sus tiendas, bares, coches, etcétera) y en ningún lugar se muestran los destinos de los distintos vehículos. Para llegar a la roca dorada debemos coger el bus cuyo destino es la localidad de Kinpun (ojo, no la localidad de Kyaikto, de similar nombre pero que no tiene nada que ver).
El taxista te deja justo para hablar con el chico de los tickets. El bus a Kinpun cuesta 7000 kyats y sale a las 7:30 de la mañana. Por suerte, el chaval habla un poco de inglés. En la estación puedes desayunar. Es sorprendente que a estas horas la «terminal» cuenta con un bullicio bastante considerable. Hay muchísimas opciones para comer por lo que tardé más en decidir dónde sentarme que en desayunar en sí. Finalmente tomé asiento en un puestecito con una señora que me cobró 700 kyats por unos huevos con arroz y salchicha.
El autobús de Yangón a ¿Kinpun?

El autobús carecía de todo lujo, aunque eso sí, tenía unos visillos muy aparentes. El trayecto era en teoría de tres horas, cosa que se demostró falsa debido a la lenta velocidad con la que avanzábamos. Todo indicaba que los tiempos previstos no iban a ser los correctos. El camino lo amenizaba una pantalla que nos tuvo todo el viaje con letanías de Buda, un tétrico anuncio sobre drogas, varios programas de karaoke y una telenovela que debía ser la monda porque mis compañeros de viaje se partían todo el rato.
Efectuamos una parada de media hora en una fonda de carretera donde vendían sobre todo gambas y grillos. Y tras cuatro horas y medias llegamos a una localidad donde los que seguíamos a Kinpun debíamos bajarnos. Es decir, el autobús no llegaba a Kinpun sino a la localidad de Kyaikto (ojo, no Kyaiktiyo) donde debíamos bajarnos y ahí tomar una pequeña camioneta para llegar a nuestro destino final.
Al bajar del autobús en Kyaikto te abordan multitud de motociclistas que se ofrecen para llevarte a la roca dorada, pero tú ni caso ya que tienes pagado todo el traslado hasta Kinpun.
La camioneta hasta Kinpun (ahora sí)
Una vez que ya estás subido en la camionetilla de Kyaikto a Kinpun te toca esperar hasta que la misma se abarrote de lugareños ya que si no va completa ,no sales. Recuerda que en esta no tienes que pagar ya que el precio está incluido en lo que abonaste en la estación de Yangon.
Una corta travesía te lleva directamente a Kinpun bajo la continua sonrisa de los lugareños. No fueron ni veinte minutos, pero el retraso que ya llevaba hizo que este trayecto se me hiciera eterno.
De Kinpun hasta la roca dorada de Kyaiktiyo
Por fin llegamos a Kinpun a eso de las 11:00. Al ser una localidad turística, varios agentes te abordan para ofrecerte diferentes servicios. Antes de buscar como subir a la montaña, decidí informarme de cómo volver a Yangón en ese mismo día. La misma compañía de buses, que tiene una oficinita justo al lado de donde me dejó la camioneta, me señaló que el último bus a Yangón salía a las 15:30. ¡15:30! Tenía nada de tiempo para subir y bajar a la roca (teniendo en cuenta que la camioneta que te subía y bajaba por la montaña tardaba una hora para recorrer el camino).
Salí corriendo hacia la terminal de las camionetas para la roca. Estas salen cuando se llenan, es decir que puede ser que te toque esperar un buen rato. El precio es de 2.500 kyats si te sientas en la parte trasera o de 3.000 kyats si te sientas delante con el conductor. Tú decides.
La ascensión a la roca dorada dura unos 45 minutos y no puede ser calificarse de otra forma que trepidante. La subida entre la foresta por un caminito en pésimas condiciones hace que el camino sea toda una aventura. Una montaña rusa sin seguridad ninguna.
La roca dorada, por fin

Por fin se llega a la pagoda. Aquí hay que pagar una entrada (solo para extranjeros) de 6 dólares o 6.000 kyats. Toca caminar descalzo todavía un tramo hasta llegar a nuestro destino. Es impresionante como la roca parece levitar sobre el vacío, algo único que no había visto antes, aunque eso sí, el tamaño decepcionó un poco. Quizá fuera el cansancio de todo el viaje, pero esperaba algo mucho más grande.
Toca ahora comenzar el arduo camino de vuelta.
Descenso y vuelta a Yangón

Debía coger cuanto antes la camioneta de vuelta a Kinpun si quería volver ese mismo día a Yangón por lo que estuve hora y media en los alrededores de la pagoda. A las 14:00 horas me senté en la camioneta (otros 2.500 kyats) y esperé a que se llenara. Salimos a las 14:30 por lo que daba tiempo suficiente para coger la siguiente camioneta con destino a Kyakto y de ahí el bus a Yangón.
La mala suerte hizo que un fuerte monzón interrumpiera nuestro descenso por lo que llegué a preocuparme bastante de no llegar a tiempo. Finalmente llegamos a Kinpun justo a las 15:30. Por suerte, la mayoría de los transportes públicos en Myanmar no suelen ser muy puntuales por lo que no perdí la camioneta. Salimos a las 15:45 y a las 20:00 conseguimos llegar a Yangón, con la parada de rigor en el camino.
Tras todo esto ¿Merece la pena ir y volver a Kyaiktiyo desde Yangón en un día?

La respuesta es como casi siempre: depende. Si tienes tiempo suficiente, lo ideal es hacer noche en Kinpun o en Bago ya que podrás disfrutar tranquilamente y sin prisas de la roca y de sus maravillosas vistas.
Si quieres hacerlo solo en un día, debes ir preparado a que los tiempos no siempre se respetan en Myanmar y que vamos a estar sometidos a mucha prisa durante nuestro periplo. Quizá sea mejor buscar algo más cercano a Yangón para organizar una visita de un día.
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Comments
Este año iba a ser el nuestro para ir a Myanmar! Por temas laborales no sabemos aún!! Pero tenemos muchísimas ganas!!! Cuando vayamos, tendremos en cuenta todas tus indicaciones! No te falta ni un ápice!! Gracias!!!
Cuando estuve en Myanmar, tuve muchas dudas de subir a la roca dorada o no. Como dices, la información que hay es bastante contradictoria.
Al final decidir ir directamente desde Hpa-An a Yangon, porque lo que más me llamaba la atención era hacer el trekking de subida y de bajada, pero al estar en épocas de lluvia se complicó bastante. Pero bueno, hay que dejar «pendientes» en países que te gustan, y yo estoy seguro de que volveré a Myanmar! Quizás si la visite en la próxima ocasión!
Un abrazo viajero!
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