Si algo tuvo de bueno el Gran Confinamiento y el cierre de fronteras motivado por la pandemia de Covid-19 en el año 2020 es que mi enfoque viajero pasó de internacional a nacional. Una mezcla de miedo a salir al exterior y ganas de potenciar el turismo en España hizo que Asturias pasara a mi prioridad viajera número uno.
Si algo define al Principado de Asturias como destino turístico es la densidad de recursos que alberga. Es un lugar tan completo que es imposible visitar y descubrir todos sus rincones en los pocos días en los que estuve. No obstante, al subir en coche desde el Sur de España, no pude, por desgracia dedicarle más días de los que estuve, por lo que tendré que volver. Sí o sí.
Si para descubrir Asturias tienes entre 4 o 5 días, aquí te dejo mis imprescindibles para que puedas llevarte, aunque sea, una preview.
Los lugares que te menciono en este post sobre Asturias en 5 días están organizados de oeste a este y te invito a combinarlos como mejor te parezca para montar tu ruta a tu gusto.
En este post encontrarás:
Cudillero y la playa del Silencio

Sin duda, una de las joyas de Asturies es el pueblecito pesquero de Cudillero. Su casco histórico en forma de herradura sobre el mar junto con las preciosas casas de colores hacen que éste sea una verdadera delicia para la vista.
Si no tienes alojamiento en el centro histórico no puedes acceder con el coche, lo que hace que pasear por la parte antigua sea una experiencia incluso mejor.
Cuando te canses de hacer fotos por el puerto y la plaza de la Marina, toca hacer una ruta por todos los miradores que jalonan las laderas que rodean el centro, hasta llegar al faro. Puedes observar cómo, por las calles, los habitantes de Cudillero cuelgan un tipo de tiburón (el curadillo) para secarlo y aprovecharlo.
Mi recomendación para comer en Cudillero sería la sidrería El Remo. Sorprendentemente barato y de gran calidad para la localización en la que se encuentra.

Dentro del conceyu de Cudillero se encuentra una de las playas más espectaculares de Asturias: la playa del Silencio. Puedes llegar a ella dirigiéndote hacia el oeste, a unos 15-16 kilómetros del núcleo urbano de Cudillero. Sólo las vistas son impresionantes.
Avilés

Una de las big 3 ciudades del principado es también una de las más pasadas por alto por parte de aquellos que visitan Asturias. Y esto es un error. Avilés es una ciudad preciosa de grandes contrastes con grandes e interesantes contrastes. El centro Niemeyer es indiscutiblemente uno de los lugares urbanos más fotografiados de todo el Norte. Gracias a éste, toda la ciudad se vio transformada en lo que ya se conoce como efecto Guggenheim.
Además del centro Niemeyer, es imprescindible cruzar las vías del tren hasta el casco histórico, en el cual nos encontramos con una serie de calles perfectamente conservadas que nos transportan al pasado medieval de la villa.

Cerca del ayuntamiento, si nos dejamos llevar por las calles Rivero, Galiana y Ferrería, nos encontraremos joyas como el palacio de Valdecarzana, la iglesia de San Antonio, la intrigante fuente de los caños de San Francisco o la iglesia de San Nicolás de Bari.
Para los que vivimos en ciudades sin grandes parques, éstos nos llaman mucho la atención. Por este motivo te recomiendo también que des un tranquilo paseo por el parque de Ferrera.
Oviedo

¿Qué decir de Oviedo? La capital y punto central del principado fue mi ‘hogar’ durante mis días por Asturias y no puedo estarle más agradecido. Uviéu combina a la perfección belleza, diversión y buen comer. El casco histórico no deja indiferente a nadie, con su plaza de la Constitución con el Ayuntamiento y la iglesia de San Isidoro el Real, la cual nos indica amablemente que no podemos jugar ahí al balón. La imponente catedral de San Salvador, de estilo gótico y comenzada a construir en el siglo XI domina toda la ciudad y es fotogénica desde todos los ángulos.
Avanzando en los siglos y como muestra de la riqueza ovetense del siglo XIX encontramos grandes y bellos edificios como el teatro Campoamor o el mercado de Fontán en el que poder comprar y degustar maravillosos quesos asturianos.
Para sumergirnos del todo en la cultura asturiana tenemos que ir al Rialto a probar los exquisitos moscovitas y a la calle Gascona para ver la sidra correr y disfrutar de buenos cachopos.
De monumento a monumento, te darás cuenta de que Oviedo está jalonada por unas cien estatuas. Les encantan. Dedicadas a cualquier cosa o persona: desde labores del campo y tradicionales hasta Mafalda o Woody Allen.

Uno no puede irse de Oviedo sin subir hasta las únicas basícilas prerrománicas del mundo de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo y para terminar unos vermutitos con vistas en la parrilla Buenos Aires.
Cabo Peñes

Cuando fui, pensaba erróneamente que el cabo Peñes o cabo Peñas era el punto más septentrional de España, pero la punta de la Estaca de Bares en Galicia se enfadó conmigo. No obstante, el cabo Peñes es la localización más al norte de todo el principado. Ese mérito no se lo quita nadie.
La visita al cabo Peñes es otro de mis imprescindibles ya que cuenta con unas vistas inmejorables y da una sensación de inmensidad única. Merece la pena acercarse para tomar el aire y, quizá, un algo en el bar que hay al lado. Con un poco de suerte puedes observar hasta cetáceos.
Gijón/Xixón

La ciudad más poblada de Asturias no es Oviedo, sino su vecina y rival Gijón. Aunque en mi opinión es una localidad algo menos atractiva que los otros núcleos principales del principado, Gijón es maravilloso para disfrutar de playa, buena sidra y cultura.
En lo más alto de la ciudad se encuentra el Elogio del Horizonte de Chillida, conocido popularmente como el ‘wáter’. Éste se localiza en lo más alto del cerro de Santa Calina, gobernado por varias baterías que defendían el puerto de la ciudad a lo largo de los siglos.
De aquí bajando nos encontramos con el barrio de Cimavilla, la parte más antigua de la ciudad, con estrechas callejitas y muchos bares para disfrutar de la sidra.

Terminamos en la plaza del Marqués, a pie de puerto con el palacio de Revillagigedo y la estatua del rey Pelayo, fundador del reino de Asturias. No olvides acercarte a las ‘letronas’ para hacerte tu foto con las letras corpóreas más famosas de España.
Aunque no me dio tiempo a acercarme a visitarlo, me quedé con ganas de conocer la Universidad Laboral, conocido por ser el edificio más grande de España, con una superficie de 270.000 metros cuadrados.
Llastres y la playa de la Griega

Adentrándonos ya en la parte oriental de Asturias, la primera gran parada es la localidad de Llastres o Lastres. En su conceyu se encuentra otra de las grandes playas famosas de Asturias: la playa de la Griega con una longitud de unos 650 metros y una visión de algo único y raro: las pisadas fosilizadas de dinosaurio, conocidas como ignitas. Un ingrediente diferente para un día de prayeu asturianu.
Mirador del Fitu

Abandonamos la costa para conocer el agreste interior de Asturias. Subiendo hacia las montañas, dirección a Cangas de Onís, una parada poco conocida pero muy sorprendente es el mirador del Fitu. Una imponente estructura de hormigón que se levanta sobre las montañas para disfrutar de unas impresionantes vistas de los Picos de Europa y el mar Cantábrico. Por desgracia, el día que fui, estaba nublado, pero la experiencia aún así es digna de recomendar.
Cangas de Onís

Llegamos a la que fuera primera capital del reino de Asturias: Cangas de Onís. La pequeña ciudad atravesada por el río Sella se encuentra a los pies de los montes de Covadonga, por lo que es posible visitarla a la subida o a la bajada de los mismos. Desde aquí también salen buses hacia la basílica y los lagos.
La joya del pueblo es su Puente Romano, si bien éste no es de aquella época, sino del siglo XIII. De ella cuelga una copia de la cruz de la Victoria, símbolo de Asturias. En el centro merece la pena pasear tranquilamente descubriendo los rinconcitos de entre las calles, así como la iglesia de la Asunción, la plaza del Mercado o la ermita de la Santa Cruz.
Para comer en Cangas de Onís te recomiendo El Enol, en el que cuentan con menús económicos con gran cantidad y te puedes quitar el antojo de fabes con almejas.
Covadonga (y los lagos)

Uno de los lugares más visitados (y el más sagrado) de toda Asturias es la basílica de Covadonga y los lagos homónimos.
Cuenta la leyenda que aquí comenzó la ‘reconquista’ o conquista de los pueblos cristianos de los territorios tomados por los árabes. Una gigantesca basílica se yergue entre las brumas de los montes con un halo de lo más misteriosoo. La estatua de Pelayo que le acompaña me resulta también algo intimidante.
Podemos también visitar la tumba del primer rey de Asturias en las Santas Cuevas.
Desde aquí o desde Cangas se sube a los lagos, lugar que sólo es recomendable visitar si no hay niebla, ya que en ese caso, no se puede ver nada. Mi mala suerte hizo que hasta tres personas nos recomendaran no subir.
Subir hasta Covadonga con el coche en temporada alta tiene su truco, en otro post te explicaré algunos consejos para que tengas en cuenta.
Ribadesella

Volvemos a la costa para terminar con dos bucólicos pueblos. El primero, Ribadasella se enorgullece de ser la patria chica de la reina Letizia, de hecho han puesto a unas galletas (perrunillas), el nombre de la monarca. Aquí puedes tomarte, literalmente, unas letizias.
Bromas aparte, la geografía de Ribadesella viene marcada por la desembocadura del río Sella que parte la ciudad en dos y la dota de una playa inmensa y perfecta para deportes acuáticos.
Para llevarse la experiencia completa de Ribadesella, hay que llegar hasta la ermita de Guya en lo alto del monte Corberu siguiendo un camino peatonal que sube desde la plaza del Mercado.
Por último, otra de las experiencias más originales de Asturias se encuentra cerca de Ribadesella. Se trata de la cueva de la Cuevona, una gruta circulable en coche con más de 300 metros de longitud. Atravesarla en coche es una sensación completamente distinta a cualquier otra cueva.
Llanes

Llegamos al último punto de nuestra ruta, al colorido pueblecito de Llanes. El núcleo organizado alrededor de su puerto, nos invita a un viaje en el tiempo ya que Llanes en la Edad media estaba totalmente amurallado y hoy en día siguen estando en pie partes de la muralla y de la torre de defensa. En la parte más antigua de Llanes llama también la atención la robusta basílica de Santa María del Concejo, de 1480. La plaza de Santa Ana con su capilla, nos avanza en el tiempo, a la época en la que la localidad era uno de los puertos principales del Cantábrico.

Para tomar una buena vista del casco histórico es imprescindible asomarse al paseo de San Pedro, que se encuentra por encima del acantilado.
¿Un baño para terminar? A una distancia caminable hacia el este se encuentra la playa del Toró, magnífica para sumergirnos una última vez en las aguas del Cantábrico.
Una experiencia gastronómica: comer en un llagar

Uno no puede decir que ha probado la gastronomía si no ha comido en un llagar. Este tipo de establecimiento se encuentra en pequeños núcleos rurales y son toda una experiencia gastronómica. Mis amigos asturianos me llevaron al Llagar La Morena, a las afueras de Oviedo. 100% recomendable. El colofón para un viaje perfecto por Asturias en 5 días.
Mapa de Mis imprescindibles para Asturias en 5 días
¿Más sobre Asturias en 5 días?
Cómo he comentado a principio del post, Asturias es muy densa y en los 5 días que estuve no me dio tiempo a ver todo lo que quería: me faltaron playas y pueblecitos en cantidades. Por lo que prometo volver. Puxa Asturies!
Conoce otros lugares para una escapada en España aquí.
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