Una ruta a pie por el Albaicín más árabe

Discreto, siempre a la sombra de su hermana la famosa. Ese es el Albaicín. El corazón de la medina árabe se asienta enfrente de la archiconocida Alhambra y -a veces- pasa desapercibido por el visitante. Un barrio que, siendo Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, brillaría con luz propia en cualquier otra ciudad que no tuviera una maravilla del mundo como es la Alhambra.

Uno de los principales atractivos del barrio del Albaicín es su patrimonio árabe. El distrito -además de su entramado urbano típico de las medinas musulmanas- esconde mansiones, palacios, baños y murallas que atestiguan la importancia de la que era una de las urbes más pobladas durante la Edad Media.

Prepárate porque nos vamos a adentrar en una ruta a pie para conocer los mejores rincones árabes del Albaicín de Granada.

El Albaicín más árabe

¿Albaicín o Albayzín?

albaicin o albayzin

En primer lugar, vamos a definir cómo se ha de escribir el topónimo de nuestro barrio árabe. En cada letrero, en cada mapa se encuentra representado con todas las combinaciones posibles de íes latinas, íes griegas, ces y zetas. Las más comunes son Albayzín, Albaycín y Albaicín.

Los defensores de las dos primeras argumentan que, al tratarse de un vocablo de origen árabe, hay que escribirlo con i griega y ceta. Como si el árabe contara con estas letras. Nada más lejos de la realidad.

Las formas Albayzín y Albaycín no son sino arcaísmos del castellano que se han mantenido para dar un toque orientalizante al término en sí. Su origen está en la falta de normas ortográficas previas a la Real Academia Española en el siglo XVIII. En aquella época la i latina y la i griega se utilizaban de diferente forma que en el español moderno. De ahí que Isabel fuera Ysabel y esta fuera la reyna y no la reina. Y lo mismo con la ce y la zeta. Otros ejemplos con la equis y la jota, así era Xaen y no Jaén. O la be y la uve, así era Córdova y no Córdoba. Nada árabe, señoras y señores: más bien, castellano antiguo.

Por este motivo, es preferible decantarse con la forma Albaicín, que además es la oficial. El órgano gestor del patrimonio del barrio es la Agencia Albaicín, por ejemplo.

Pero no nos paremos más en la ortografía y empecemos a callejear.

El puente del Cadi

puente del cadi o puerta de los tableros

Subiendo por la carrera del Darro, el primer ejemplo claro de arquitectura árabe que nos encontraremos es el puente del Cadi o puerta de los Tableros. Esta intrigante ruina que muestra medio arco de herradura sobre el río deja entrever la antigua puerta del recinto amurallado que unía las dos alcazabas: la nueva y la vieja. La puerta permitía el paso del agua, pero no de los invasores ya que una reja protegía el arco.

Como curiosidad, en su interior existe un sistema oculto por el cual se podía recoger agua desde su interior. Pero por desgracia hoy por hoy no es visitable.

Los baños árabes del Bañuelo

baños árabes del bañuelo

Tras admirar el puente del Cadí nos podemos girar y ver la entrada de los baños árabes del Bañuelo. También conocidos como baños del Nogal, este complejo cuenta con el honor de ser el monumento más antiguo de la ciudad de Granada: data ni más ni menos que del siglo XI.

Que llegara a nuestros días es casi un milagro, ya que este tipo de recintos no les parecían de todo bien a los cristianos y cuando se encontraban con uno lo destruían. El Bañuelo tuvo la suerte de ser rápidamente cubierto por una casona cristiana justo tras la conquista de Granada haciendo que pasara desapercibido.

A pesar de que hay que esforzar un poco la imaginación, este complejo nos da una idea del refinamiento que la población árabe de Granada alcanzó durante la Edad Media.

La casa de Zafra

frescos casa de zafra

Subimos por la calle Bañuelo y nos alejamos de la margen del río Darro. Encontramos a nuestra derecha la magnífica casa de Zafra. Uno de los mejores ejemplos de mansión doméstica nazarí abrió recientemente al público albergando el Centro de Interpretación del Albaicín. Esto hace que una visita a la casa de Zafra sea imprescindible para comprender la historia del barrio.Ya tuve la oportunidad de escribir un completo post sobre la casa de Zafra que puedes leer aquí.

Lo que más impresiona de la casa de Zafra son las vistas de la Alhambra y las raras pinturas murales que se pueden observar, una de las pocas de este tipo que se han conservado hasta el día de hoy.

La casa del Horno del Oro

horno del oro

Siguiendo con la visitas a casas hispanomusulmanas dirigimos nuestros pasos ahora a la casa árabe del Horno de Oro. Esta construcción es una metáfora arquitectónica de la historia de Granada. La planta baja es de época árabe y cuenta con su típica entrada que la preservaba del exterior, su patio con alberca y sus arquerías a ambos lados. Por otro lado, la parte superior sigue la tendencia arquitectónica de la época castellana y morisca con sus columnas y sus naves laterales.

La casa árabe del Horno del Oro alberga también diferentes exposiciones temporales que merece la pena conocer ya que suelen versar sobre el Albaicín y su entorno. Muy recomendables.

Las casas del Chapiz

casas del chapiz

La última de las mansiones árabes de nuestra ruta es -mejor dicho- son las casas del Chapiz. Situadas en la cuesta homónima, se trata de un complejo de dos diferentes casas conectadas por medio de un arco y cuyo origen se remonta al siglo XIV.

Los expertos creen que, analizando el tipo de arco y columna, las casas del Chapiz formaban parte de un complejo aún mayor: el palacio de Dar al-Baida, del que no se cuenta con mucha documentación.

Las casas del Chapiz que se encuentran en una localización estratégica para dirigir nuestro rumbo, o bien para el Sacromonte, o bien para el Alto Albaicín, son la sede actual de la Escuela de Estudios Árabes.

La mezquita de Granada

mezquita nueva

Subimos la cuesta del Chapiz y enfilamos hacia la plaza del Salvador y la cuesta de las Tomasas para llegar al archiconocido mirador de San Nicolás. Justo al lado del mismo se encuentra la mezquita nueva de Granada. Nueva, porque es el primer templo musulmán que se abrió en Granada desde 1492, y fue hace relativamente poco: en 2003.

Podemos afirmar que su apertura supone una reconciliación con el pasado de la ciudad. El ejemplo vivo de una sociedad multicultural en el cual cada religión tiene su espacio y convive con las demás en paz y armonía.

La mezquita cuenta con unas vistas que no tienen nada que envidiar al vecino mirador de San Nicolás y es patio interior es también visitable. También puedes aprovechar y tomarte un té para descansar tras la subida de la cuesta.

El palacio de Dar al-Horra

palacio de dar al horra

La última parada de nuestra ruta es el set ideal para la mayor de las telenovelas: el palacio de Dar al-Horra. Su nombre viene a significar «palacio de la señora» y vaya que si fue la residencia de la señora. La reina madre Aixa (la madre de Boabdil, la del «llora como mujer…») fue enviada a vivir allí. Pero poco después, al último sultán de Granada no le hizo gracia que su madre viviera allí por lo que él mismo se mudo allí con su amante: Isabel de Solís. ¡Una cristiana! Que se convirtió al islam por amor y se puso el nombre de Fátima. Todo un escándalo de la corte nazarí.

Centrándonos en su interés monumental, el palacio de Dar al-Horra sufrió bastantes añadidos tras la conquista: una iglesia y un convento fueron construidos en su recinto. No obstante, a lo largos de los siglos se ha conservado de forma admirable y tras una última restauración, abrió de nuevo sus puertas al público el año pasado.

Cabe destacar que gran parte de sus decoraciones originales se han conservado hasta nuestros días y su disposición arquitectónica no solo nos deja observar como era un palacio típico de la época árabe de Granada, sino que nos permite comparar la construcción de un recinto palatino y de las casas civiles, como hemos visto en las anteriores construcciones visitadas.

Y hay más…

En esta ruta hemos recorrido los principales monumentos visitables del barrio árabe. Aquellos más representativos de época musulmana. No obstante hay otros puntos de interés de esta época (o épocas: la zirí y la nazarí). Por ejemplo: la puerta de Monaita, la muralla de la Alberzana o el aljibe del Rey. También -por supuesto- podemos recorrer los monumentos del Albaicín cristiano: pero eso será motivo de otro capítulo.

Más sobre Granada

Para conocer la localización de estos lugares y otros muchos en la ciudad, consulta mi mapa de Granada.

Fotos: Turismo Ciudad de Granada.

 


Comments

  1. Nathalie Bleser

    Genial tu blog, «Fernando» 😉 (guiño desde el recuerdo de una obra de teatro… «Como Mujer»…
    y precisamente quiero hablar de mujeres de esa familia en este comentario.)
    Encontré tu entrada al buscar detalles acerca del Puente del Qadi / Puerta de los Tableros, ¡y allí estás tú! Enhorabuena desde la tierra del mapache (a veces me los encuentro en el jardín, aquí en Nuevo México).
    Un apunte: estaba buscando detalles para un libro para niños que estoy redactando, y tendrán como protagonistas a varias mujeres del pasado nazarí, entre las que se encuentran Aisha e Isabel (varias ‘Isabel’ de hecho).
    Aunque una antigua serie de TVE, «Réquiem por Granada», eligió representar a Isabel de Solís como amante de Boabdil antes de ser amante y luego esposa de su padre, creo que jamás estuvo con el Rey Chico en esa vida 🙂 Tal vez los guionistas lo decidieron así porque había menos diferencia de edad entre ella y Boabdil, pero su único sultán, en la vida real, fue Muley Hassan, creo.
    Daralhorra fue mandada construir por Boabdil para su madre, Aisha, a quien a veces también llamaban Fátima, por su supuesta condición de descendiente del Profeta (y Fátima era la hija favorita del Profeta). Algunas crónicas hablan de otra Fátima que sería la hermana de Aisha en el seno de la dinastía nazarí, pero es difícil hallar mucha más información al respecto. En un momento dado, se dice que Isabel de Solís residió en Daralhorra también, porque el sultán necesitaba separar a las dos mujeres, después de que Isabel recibiera una paliza por parte de todas las doncellas de Aisha, en represalias por ser la favorita de Muley Hassan. El sultán acabó repudiando a Aisha por el amor que profesaba hacia la que tomó el nombre de Soraya (Thurayya) cuando se convirtió al Islam.
    Un libro fantástico acerca de las mujeres nazaríes es el siguiente: «Las Sultanas de la Alhambra», de Bárbara Boloix Gallardo.
    Y si, más humildemente, te interesa descubrir más acerca del librito (una serie infantil) que estoy redactando, aquí está mi website que lo presenta: https://recornection.com/the-dreamtime-cats/
    ¡El episodio, que estoy terminando de redactar ahora mismo, pronto estará a la venta también!
    «The Dreamtime Cats: One Name, Many Souls» (de momento lo lanzo en inglés, pero cuando esté más establecido habrá una versión española y otra en francés).
    De nuevo mi más sincera enhorabuena por el gran trabajo realizado en este website tan completo.
    Gran abrazo desde el otro lado del charco, Nathalie

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