¡Wooooo! ¡Impresionante! ¡Maaaaadre mía! No sé ni las veces que en mi viaje de 15 días por el Oeste de Canadá se me escaparon estas exclamaciones. Las provincias de Alberta y Columbia Británica albergan maravillas naturales y vibrantes ciudades además de ser el hogar de la fauna más increíble de las Montañas Rocosas canadienses.
Gracias a KLM y su programa #KLMVuelaSostenible, tuve la oportunidad de conocer en profundidad el Oeste canadiense volando a Edmonton desde Madrid, vía Amsterdam. En esta ruta de 15 días por el Oeste de Canadá recorreremos 3.500 kilómetros partiendo desde Edmonton, la capital de Alberta, al final de la ruta te propondré variaciones de la misma por si aterrizas en otro aeropuerto de la zona como por ejemplo Vancouver.
En este post encontrarás:
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Cuándo llevar a cabo esta ruta
Mi recomendación para poner en práctica esta ruta de 15 días por el Oeste de Canadá es el mes de mayo. Nos quitamos así la temporada alta (junio-julio-agosto), con la consecuente subida de precios, y el frío invierno. Sí, puede ser que algunos lagos o caminos estén impracticables todavía por la nieve, pero serán las mínimas ocasiones.
Ruta de 15 días por el Oeste de Canadá
Día 1️⃣. Aterrizaje en Edmonton

Edmonton, como ya te he comentado, es la capital de la provincia de Alberta. En Canadá las provincias son los equivalentes a los estados de Estados Unidos. Es una ciudad rica, cuya prosperidad viene dada por los pozos petrolíferos de la zona. Si llegamos por la tarde, lo mejor es ir directamente hacia Whyte Avenue, la zona de bares y restaurantes de la localidad. Aunque no lo creamos, esta no se encuentra en el centro (o Downtown) sino en el barrio de Strachcona. El restaurante que te recomiendo en la zona es el Meat, donde los camareros son majísimos. Fuimos dos veces y ya nos llamaban ‘familia’. Tienen medias raciones para compartir y es el paraíso para los buenos carnívoros.

A continuación nos dirigimos hasta la orilla del río Saskatchewan y el parque de Waterdale, un lugar perfecto para ver los rascacielos del Downtown al atardecer. Cruzamos a continuación el puente también llamado de Waterdale hasta Downtown. Nos habían comentado que el Downtown era algo peligroso, pero no lo pareció para nada.
Esta es la zona de los rascacielos y también de bares y clubs nocturnos. Aquí se encuentra el Evolution, el único bar de ambiente LGBT de Edmonton. Eso sí, la ciudad de Edmonton organiza visitas también para conocer la historia del Edmonton Queer.
Día 2️⃣. De Edmonton a Jasper

Como se dice, hoy es el día en el que comienza la aventura. Nuestra ruta de 15 días por el Oeste de Canadá empieza su camino hacia las Rocosas con un primer tramo de 4 horas de viaje, hasta el Parque Nacional de Jasper.
La carretera es una cómoda semi-autovía (semi porque tiene entradas y salidas al mismo nivel) hasta que nos acercamos a las primeras cadenas montañosas de las Rocosas que la ruta pasa a ser una sencilla vía de doble sentido.
En la misma nos vamos a encontrar una suerte de puesto de peaje o aduana en el que tenemos que adquirir un pase para acceder a los parques nacionales de Canadá. Para este viaje deberás comprar uno de un año entero, ya que de 6 días pasa directamente a un año. Tiene un precio elevado (unos 100 euros, pero hay que pagarlo sí o sí).
Llegamos ahora a Jasper, el pueblo que hace las veces de ‘capital’ del Parque Nacional.
⚠️ ¡IMPORTANTE! ⚠️
Los alojamientos en Jasper son muy limitados y de precio elevado. Reserva tu alojamiento cuanto antes. Te recomiendo el Jasper Downtown Hostel. Aquí puedes reservar tu estancia en este hostel.

Tras dejar el equipaje podemos dirigirnos hacia Connaugh Street donde se encuentran multitud de bares y restaurantes para comer y tomar algo. Uno de los que cuentan con más renombre es el Jasper Pizza Place, en su parte de arriba puedes disfrutar de una pizza y un delicioso poutine con increíbles vistas a las Rocosas.

Por la tarde tenemos tiempo para descubrir varias de las maravillas del Parque Nacional de Jasper. Lo primero será acercarnos al valle del Maligne, donde podemos encontrar desde el punto más alejado del pueblo hasta el más cercano. Primero, el lago Maligne, el más famoso de ellos. No obstante, el siguiente: el lago Medicine me pareció más bonito aún. Además, es geológicamente más interesante, ya que se trata de un lago ‘que se hunde’ ya que cuenta con una especie de desagüe que alimenta el cañón valle abajo.

El siguiente punto de visita es de hecho el Maligne Canyon. Se trata de una ruta bastante fácil de recorrer en una hora y media y cuyos hitos de interés son siete puentes que desafían la ley de la gravedad. Este será uno de los múltiples puntos del viaje en los que nuestro vértigo será puesto a prueba durante estos 15 días por el Oeste de Canadá.
En esta ruta por el Maligne fue la primera vez en la que avistamos osos, además de uapitíes.
Día 3️⃣. Parque Nacional de Jasper
Para comenzar la Jornada en Jasper, vamos a llenar la barriga con un buen desayuno en Wicked Cup, para un día intenso.

Continuamos nuestra visita por el PN de Jasper visitando el Lake Pyramid, un plácido lago que cuenta con varias playas que se recorren fácilmente con el coche y en cuya ruta nos puede saludar siempre un simpático uapití. El lago en cuestión cuenta también con una bonita isla unida a tierra firme por un pequeño puente de madera. Las vistas de la Pyramid Mountain desde aquí son sencillamente brutales. Otro momento ¡wow! del viaje. El siguiente lago a visitar es el Lake Patricia, en el cual dicen, hay un barco hundido de la Segunda Guerra Mundial, con que estaban haciendo pruebas. Yo no lo vi, pero sí vi un alce perdido por aquí.

Por la tarde cambiaremos totalmente de tercio para relajarnos en unos manantiales naturales. Pondremos rumbo a las Miette Hot Springs. En lo alto de las montañas, bajo la atenta mierda del Mount O’Hanagan, podemos darnos un baño a 38ºC cuando la temperatura externa no supera los 15ºC. La experiencia es algo diferente, y aunque haya cola, no se tarda mucho en pasar. El precio de entrada es de 7 dólares canadienses y el alquiler de la toalla es de otros 2 dólares.
Tras el tan necesario baño, emprendemos el descenso de nuevo a Jasper, no sin antes detenernos en el Jasper House Historical Place. Viene indicado en la carretera y una vez dejado el coche podemos emprender una pequeña caminata hasta una plataforma con vistas al río Athabasca en el mismo lugar donde se levantó el primer asentamiento de los exploradores de la zona.
Finalmente, una vez lleguemos a Jasper, podemos tomar algo en el Coco’s Café. Mi sitio de relax favorito de todo el pueblo.
Día 4️⃣. De Jasper a Kamloops

Dejamos por ahora el Parque Nacional de Jasper, pero volveremos. Tenemos camino por delante hasta llegar a Vancouver, la ciudad más importante del Oeste de Canadá. Pero para hacer noche en el camino, utilizaremos como base Kamloops. La ruta que hemos de tomar es la Highway 5, también conocida como la carretera de Yellowhead, un famoso explorador de la zona. Pasando el límite entre Alberta y la Columbia Británica nos encontramos el Yellowhead Pass, utilizado desde tiempos inmemoriales por las Primeras Naciones como puerto de montaña. La ruta continúa bordeando el lago Moose hasta llegar a los pies del Mount Robson, el pico más alto de las Rocosas de Canadá. Si tienes tiempo, desde aquí parten interesantes rutas y además es una buena parada para estirar las piernas.
Descendiendo ya y saliendo de los parques nacionales llegamos a Valemont, un pequeño pueblo sin muchas pretensiones pero con un bonito café para parar a tomar un descanso: el The Gathering Tree. Aquí puedes también probar un dulce típico de Canadá: el buttertart.

Llegamos ahora a Kamloops, donde haremos noche. El paisaje, podrás comprobar, que es totalmente diferente, aquí es mucho más seco, casi desértico. Desde lo alto de las montañas se obtienen unas vistas espectaculares de la ciudad y si bajamos, podemos dirigirnos hacia Victoria Street, el centro neurálgico de la localidad. Aquí encontramos el Mittz Kitchen, un bonito restaurante par probar el poutine con pulled chicken o el gofre con pollo. Que me fascina.

Tras el almuerzo seguimos la visita por Kamloops en Victoria Street para girar luego al Riverside Park. Ambos se encuentran conectados por un raro puente metálico. Desde el parque tenemos una bonita panorámica del río Thompson.
Como curiosidad, en Kamloops se rodó íntegramente la película de los Power Rangers de 2017.
Día 5️⃣. Llegada a Vancouver

Tras dos días recorriendo la Columbia Británica llegamos a su ciudad más importante (que no su capital): Vancouver. Aprovechando que nos acercamos con el coche, antes de entrar al centro, giremos nuestra ruta hacia las afueras de la ciudad por el norte.
Visitaremos en primer lugar el puente colgante de Capilano (Capilano Suspension Bridge). La entrada tiene un precio bastante elevado (50 dólares) pero podemos disfrutar de un buen rato en sus instalaciones. Esta estructura de 70 metros de altura y 140 de longitud sobre un impactante cañón es una de las experiencias must en Vancouver. Además del puente en sí, podemos pasear por encima de los árboles de este tupido bosque y por otra plataforma colgada del lado de las rocas. En el complejo de Suspension Bridge se rinde también homenaje a las Primeras Naciones de Canadá.
Para comer nos dirigimos al vecino barrio de Edgemont, en la cual una bonita zona comercial alberga una serie de restaurantes entre los que elegí el Red Tori. Este está especializado en ramen y pollo frito coreano.

Tras el almuerzo subiremos al pantano de Cleveland, una colosal obra que abastece de agua corriente a Vancouver. Aquí podemos dar cortos paseos como el de Coho Loop, antes de emprender nuestro camino al centro de la metrópolis.
Una vez asentados en el alojamiento que elijamos. Aquí te dejo por cierto un link para que busques alojamiento en Vancouver. Nos encaminaremos hacia el distrito de moda de la ciudad: Gastown. La vida gira en torno al mítico reloj de gas de Gastown en un barrio hípster en el que, como detalle interesante, las farolas son destinas al resto de la ciudad. Para cenar podemos elegir Steamworks Brewpub, y así probar sus cervezas artesanas.
Día 6️⃣. Vancouver

Hay que comenzar la jornada con un buen café, y aquí te voy a recomendar el Prado Café, en pleno Gastown, antes de dirigir nuestros pasos hasta el Coal Harbour, nuestro primer barrio a visitar en el día de hoy. Aquí encontramos el Canada Place, la versión canadiense de la ópera de Sidney (con muchas comillas), y la orca digital, una llamativa escultura de este cetáceo formada por píxeles. Muy instagrameable.

El siguiente paso es el gigantesco Stanley Park, una extensión de más de 400 hectáreas de pulmón verde de la ciudad. Esta ruta de 15 días por Canadá da para todo tipo de experiencias, por lo que mi recomendación es que alquiles una bicicleta para recorrer el parque y hacerlo de una manera más cómoda y rápida. Los precios suelen oscilar entre 12 y 15 dólares la hora. En una visita circular por el mismo, conoceremos primero los tótems de las Primeras Naciones para llegar a continuación al faro de Brockton Point. Una bonita estatua de una niña en un traje de baño nos recibe de forma seguida antes de pasar por debajo del apabullante Lions Gate Bridge y la roca de Siwash. Aquí es donde comienzan las playas, habiendo en la segunda un kiosco en el que podemos disfrutar de un merecido descanso.

Volviendo, rodearemos el Lagoon para dejar la bicicleta y seguir la ruta a pie. Como buena ciudad norteamericana, el centro de Vancouver o Downtown, está gobernado por los rascacielos. El epicentro del mismo es la Galería de Arte de Vancouver y la comercial calle Robson. Paseando por ella podemos llegar hasta el West End, en el que se vive de forma palpable la multiculturalidad de la ciudad. Al final del mismo se encuentra English Bay Beach, desde donde dicen que se ven los mejores atardeceres de este lado del Pacífico.

Toca ahora un paseíto por la costa, rindiendo homenaje al Inukshuk, la deidad de las Primeras Naciones, para continuar al Sunset Beach Park, desde donde tomaremos un pequeño barco hasta Granville Island. El dique se encuentra en el Aquatic Center Ferry Dock y salen cada 5 minutos.



En esta isla se localiza el Granville Island Market, una verdadera fantasía de productos locales, fruta, quesos, chacinas y bares. Merece la pena dedicarle un buen rato para descubrir todos sus puestecitos y comer algo para recuperar fuerzas.
Volvemos ahora a ‘tierra firme’ en el mismo ferry que hemos tomado para ir a la isla y nos dirigimos al corazón del barrio LGBTIQ+ de la ciudad: Davie St. Un buen lugar para cenar o tomar algo y terminar el día como se merece.
Día 7️⃣. Vancouver (y 2)

Segunda jornada completa en Vancouver en esta ruta de 15 días por el Oeste de Canadá. Un buen café podemos disfrutarlo también en Timbertrain Coffee Roasters, sin salir de Gastown. De aquí se puede visitar una zona muy interesante de la ciudad: Chinatown. El barrio chino de Vancouver es, de hecho, uno de los más grandes del mundo. He de advertir que el paseo entre Gastown y Chinatown es algo chocante, ya que esta ciudad tiene un grave problema de salud pública con la drogadicción. Pero no te preocupes, la presencia de adictos en la calle no supone un peligro para el viandante.

La bienvenida a Chinatown nos la da su magnífico arco de entrada conocido como «Millenium Gate» ya que fue construido para recibir el comienzo del siglo XXI. De aquí nos dirigimos al principal atractivo del barrio: el jardín del Dr. Sun Yan-Sen. Estos jardines chinos clásicos son una gozada, hacen que viajemos directamente hasta el país asiático sin salir de Canadá. Tiene un aparte de pago y una parte gratuita. La de pago cuesta unos 12 euros e incluye una visita guiada, varias salas de exposiciones y un té de cortesía.


A pesar de estar en Chinatown, nos recomendaron restaurantes fuera del barrio para saborear la verdadera cocina china, así que vamos a dirigir los pasos de nuevo hacia Robson. Aquí, de casualidad, descubrí el restaurante Chong Qing y probé uno de los mejores cerdos agridulces de mi vida.
Para pasar la tarde cruzaremos la bahía con el objetivo de descubrir North Vancouver. Llegamos al ‘Waterfront’, en particular hasta la estación en Cordova Street. Hemos de tomar el SeaBus y comprar los billetes en las máquinas habilitadas a tal efecto y elegir la tarifa de la zona 2. El ferry es ya una atracción en sí mismo. Las vistas y la sensación de cruzar esta manga de agua del Pacífico es una pasada.

Una vez en North Vancouver podemos dar un agradable paseo visitando el mercado de Lonsday Quay, en donde se encontraban los astilleros más grandes de toda la Columbia Británica. Saliendo del mercado podemos admirar la moderna The Polygon Gallery, the Shipyards y el muelle de Burrard Dry Dock Pier. Si el tiempo acompaña puedes disfrutar de un cóctel con vistas a la bahía. Hay muchos bares con un buen ambiente en la zona.
¿Ganas de terminar el día? Pues nos vamos a volver a Davie Street para degustar una excelente ración de sushi a buen precio en el japonés Sushi Mugen. Si te coincide en fin de semana, puedes disfrutar de una divertida noche vancouveriana.
Día 8️⃣. De Vancouver a Kelowna/Kiʔláwnaʔ

Abandonamos la costa para volver a emprender nuestro camino a la zona sur de las Rocosas, con una parada técnica en la ciudad de Kelowna. Siguiendo el mapa, podemos tomar la misma ruta que tomamos desde Kamloops, pero te voy a recomendar que te desvíes por la Highway 3, ya que aunque se más lenta, los paisajes son mucho mejores. Atravesamos primero el parque provincial de Manning para llegar a Princeton y tomar un almuerzo en el Billy’s Family Restaurant. Este es un pequeño restaurante ‘familiar’ típico de película americana sin muchas pretensiones pero con un servicio muy simpático.

Tras kilómetros de montaña alpina llegaremos mágicamente a un valle con clima mediterráneo: el del lago Okanagan. Aquí se producen los mejores vinos de Canadá y existen muchos viñedos que son visitables, como si estuviéramos en La Rioja o en Italia. La bodega más icónica es la Mission Hill Family Estate Winery en West Kelowna.

Será para la tarde noche cuando lleguemos a Kelowna (cuyo nombre en lengua okanagan es Kiʔláwnaʔ) y es una pena por lo que si tuviera un día más, hubiera aprovechado para conocer más de la zona. Kelowna es una ciudad muy agradable a la orilla del lago Okanagan, con una marina y un parque en el que se reúnen los locales bajo una gigante estatua de un oso. En Kiʔláwnaʔ rinden buen homenaje a las Primeras Naciones y muestran orgullosos diversos murales con arte de los indígenas de esta zona del continente americano. Para cenar encaminaremos nuestros pasos a las calles Abbot Street y Bernard Avenue.
Día 9️⃣. De Kelowna a Banff



Tenemos otra nueva buena jornada de coche hasta llegar a Banff, nuestro objetivo en el sur de las Rocosas canadienses. A punto de salir del paisaje mediterráneo del Okanagan llegamos a Sicamous donde podemos parar a tomar un café en la agradable terracita del Blondies Café. Arribamos ahora a Revelstoke, encrucijada del entramado de trenes del Pacífico canadiense. A orillas del río Columbia, se encuentra el Centennial Park por el que dar un agradable paseo antes de almorzar en The Village Idiot Bar and Grill. Algo que me llamó mucho la atención de Revelstoke fue sus piezas de arte urbano hechas de esquíes y tablas de snow.

Hemos de continuar el viaje hacia Banff, con una paradita en el Roger’s Pass. Dicen que es el puerto de montaña más bello del mundo. No sé si el más bello, pero ha sido uno de los más difíciles de pasar de toda la Historia. En el centro de visitantes explican las odiseas que hubieron de sufrir los primeros exploradores y constructores de ferrocarril.
Y por fin llegamos a Banff, en el parque nacional homónimo y cuyo núcleo urbano funcionará como nuestra base para los siguientes días.
Día 1️⃣0️⃣. Parque Nacional de Banff
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Vamos a tomar un buen desayuno en Little Wild, en la calle central de Banff antes de tomar el coche y dirigirnos hacia Cascade Ponds, muy cerca del pueblo, en el cual, un precioso lago con puentecitos bajo las montañas desemboca en un río, hogar de muchas marmotas que pueblan las praderas circundantes. De aquí vamos a acercarnos a lago Minnewanka.

El paisaje es brutal, quizá lo repito mucho, pero es cada escenario superar al anterior. Desde aquí podemos caminar hasta el puente del Stewart Canyon y si continuamos podemos realizar una ruta de varios kilómetros hasta el Aylmer Lookout. Yo solo realicé la primera parta ya que es obligatorio ir en grupo de 4 (nosotros íbamos 2). Es importante que lleves spray anti osos, por si acaso.

Volvemos a atravesar Banff para dirigirnos hacia el sur, hasta la Sulphur Mountain. Dejamos el coche en el parking de abajo para tomar la «góndola», que es el nombre que le dan al telecabina por estos lares. Aunque tiene un precio elevado (unos 50 euros) la experiencia merece la pena. Se sube hasta una altura de más de 2000 metros y lo que se ve desde arriba es impresionante. Lo ideal es estar una hora disfrutando arriba de la plataforma de madera desde la que se obtienen unas panorámicas inolvidables de todo el valle de Banff. En la cima se encuentra una estación cósmica y meteorológica de los años 30.

Se puede aprovechar la tarde para pasear y descubrir el pueblo de Banff. Sobre el río se levantan dos bonitos puentes, uno de ellos peatonal y luciendo los colores del orgullo. La avenida central, Banff Ave, muestra una cara alegre gracias a la semipeatonalización de la misma. Para cenar, probaremos a ir al Three Bears para degustar el mac and cheese local.
Día 1️⃣1️⃣. Lake Louise y alrededores

Aunque seguimos haciendo noche en Banff vamos a dirigirnos ahora hacia la zona del Lago Louise, que también está dentro del Parque Nacional, pero de vuelta hacia la zona de Columbia Británica. Saliendo de la autovía, advierten de que puede que el parking al lado del lago esté lleno y recomiendan utilizar el Parcobus. Por eso te voy a sugerir que vayas a primera hora de la mañana para no encontrarte con este problema. Aun así el parking del lago cuesta 12 dólares.

El lago es impresionante, como todo, y en estado de medio congelación de finales de mayo es una verdadera pasada. Por su lado norte podemos dar una interesante caminata en la que podemos sorprendernos de vez en cuando con la presencia de una avalancha en la lejanía. Es una experiencia que no se olvida en la vida. El hotel del Fairmont Château le da al entorno una imagen bucólica muy peculiar, como de la película del Gran Hotel Budapest.

Todo el mundo me recomendó acercarme al lago Moraine, sin embargo, había tanta nieve que la carretera estaba cerrada. Como compensación fuimos al Lake Emerald, en el vecino parque nacional de Yoho. Una pequeña carreterita llevaba hasta el mismo y, como su propio nombre indica, el color esmeralda domina el escenario y dándole un toque que impresiona nada más llegar. Si el tiempo acompaña puedes hacer kayak y todo.

Para el almuerzo podemos parar en el pequeño pueblecito de Field. Una verdadera fantasía western de finales del siglo XIX. Aquí sólo hay un restaurante que hace también de alojamiento: The Truffle Pig.
Para volver a Banff podemos tomar la Bow Valley Parkway, que es la antigua carretera que comunicaba Lake Louise y la ‘capital’. Puede ser que haya algunos tramos cortados, pero el sentimiento de estar perdido en el bosque merece la pena el tiempo.
¿Cenamos en Banff? Las pizzas de Una Pizza son de otro mundo y si quieres tomarte unas cervezas post cena, cruza la calle hasta el Rose and Crown.

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Día 1️⃣2️⃣. Icefields Parkway (Primera parte)

La carretera más bonita de Canadá es, sin duda, la Icefields Parkway. 231 kilómetros de apasionantes cañones, vertiginosas cumbres y experiencias únicas. Mi recomendación es que la completes en 2 días, ya que cuenta con tantos atractivos que no merece la pena pasar por ellos con prisa.
Antes de comenzar, recuerda echar gasolina, ya que en su recorrido solo hay un surtidor y es bastante caro repostar en él.

La primera parada en esta jornada número uno es el Lake Bow. A la izquierda de la carretera, este lago de aguas de azul intenso es ideal para dar un paseo bajo el aterrador sonido de las avalanchas. Pero no hay que preocuparse, por la zona del paseo no hay peligro de acabar sepultados.

El siguiente alto que vamos a efectuar son los lagos de Waterfowl, una preciosa caminata con unos lagos en los que el río corre entre frondosos árboles. Continuamos hasta Saskatchewan River Crossing, pasando el río North Saskatchewan. Aquí encontramos un restaurante, un pequeño súper y un motel. Es un buen punto para descansar y tomar algo. Cómo te he comentado, recorreremos la Icefields Parkway en 2 días por lo que aquí vamos a dar la vuelta para dormir en Lake Louise, o de nuevo en Banff.

En el camino de vuelta, nos detendremos en un lugar mágico. Señalado como Bow Summit en la carretera, dejamos el coche justo a la derecha según nos dirigimos al sur. Del aparcamiento parte una pequeña ruta, que en mayo es probablemente que esté nevada, para llegar a la cima de Bow, como indica el nombre para obtener una visión inolvidable. Bajo el mirador se extiende ante nosotros el Peyto Lake, en cuyo emplazamiento se encontraba hace tiempo un imponente glaciar.
Aunque parezca poco, todo esto lleva un día, por lo que mi consejo es que no te sobresatures con actividades en la Icefields Parkway. Mañana más.
Día 1️⃣3️⃣. Icefields Parkway (Segunda parte)

Emprendemos la segunda jornada que nos llevará de vuelta a Jasper por la carretera más bonita de todo Canadá. Las primeras paradas las vamos a saltar, ya que las realizamos ayer. El primer punto de interés del día será el Weeping Wall. Esta será una escala breve en este ‘muro que llora’, eso es lo que significa en inglés para observar esta imponente pared de 300 metros de altura que parece que está ‘triste’ porque la recorren una serie de cascadas que descienden a modo de lágrima por su lado.

En la ruta existe una curva en serpentina conocida como The Big Bend, no solo es un buen punto para estirar las piernas, sino que aquí puedes admirar a algún vecino del parque nacional. Los osos abundan y aquí pudimos admirar a uno de estos salvajes animales (en modo tierno) ¡desde muy cerca!

Continuamos hasta el Columbia Icefield Center. Este es el epicentro turístico de toda la ruta y aquí se compran entradas para el Glacier Skywalk y el bus hasta el glaciar de Athabasca. Existe un ticket conjunto que es muy caro, teniendo en cuenta que uno se puede acercar al glaciar solo. El ticket del skywalk son 34 dólares. Te llevan en bus en un trayecto de 8 minutos que se pasan volando gracias a que los conductores van contando interesantes chascarrillos y datos curiosos.
El skywalk es una pasarela transparente de más de 200 metros de altura sobre el cañón. Esta pone a prueba el vértigo del más valiente, pero es sin duda una de las experiencias más inolvidables de toda esta ruta de 15 días por Canadá. Increíble. El lugar cuenta también con paneles interactivos con diversa información sobre el lugar.
De vuelta al Columbia Icefield Center podemos pararnos a observar la magnificencia del glaciar Athabasca que, sin embargo, se encuentra en sus peores horas debido a los efectos del calentamiento climático.
Nos montamos e nuevo en el coche para descubrir dos saltos de agua famosos en toda la región. Los primeros son las Sunwapta Falls, alimentadas por el glaciar que acabamos de visitar y cuya caída de 18 metros no deja indiferente a nadie.

Las siguientes son las Athabasca Falls, más impresionantes aún que las anteriores ya que, aunque no son mucho más altas (23 metros), sí que cuentan con un caudal mucho más importante. De hecho, son de las cataratas más famosas de todas las Rocosas canadienses.
Y alcanzamos por fin a Jasper, estamos ya en la recta final de esta ruta de 15 días por Canadá, pero todavía nos quedan cosas por descubrir, aunque estemos ya en ‘camino conocido’. Este último tramo entre las Athabasca Falls y Jasper podemos recorrerlo por la antigua ruta 93A para dar un toque extra de aventura a este final de día.
Día 1️⃣4️⃣. Vuelta a Edmonton con paradas.

Retomamos la ruta hacia Edmonton de vuelta. A la ida condujimos directos desde la capital de Alberta hasta Jasper, pero hoy vamos a detenernos para descubrir algunos de los encantos en la carretera. El primer lugar donde nos pararemos será Hinton. Aquí se puede conocer una verdadera presa construida por castores. Existe una serie de pasarelas conocidas como la Beaver Boardwalk (literalmente: pasarelas del castor), donde podremos conocer la estructura de un estanque construido por este simpático animalito. Por desgracia no vimos ninguno, pero fue muy interesante.

La siguiente escala sería Edson, aquí no hay mucho que ver, pero una histórica estación de trenes hace las veces de centro de recepción de visitantes y podemos sentarnos al sol a tomar algo y ver algunos de los encantos ‘kitch’ como la ardilla gigante que da la bienvenida al pueblo.

Por último, y para aprovechar el camino, vamos a detenernos en Spruce Grove, ya a las afueras de Edmonton para probar unos mac and cheese caseros que son para llorar en un restaurante que encontramos en una recomendación por internet: el Broadway and Grand.
Hemos llegado de nuevo a Edmonton. Si queda tiempo y ganas podemos dar una última vuelta por Whyte Street y volver al Meat. ¿Por qué no?
Día 1️⃣5️⃣. Edmonton y vuelta.

En el día final, y si tienes el vuelo por la tarde, te recomiendo un lugar muy original para descubrir. Está a 30 minutos al este de Edmonton pero es una sorpresa que no me esperaba. Se trata del Ukrainian Village Historical Site, una recreación de un poblado de inmigrantes ucranianos de principios del siglo XX, con edificios originales como templos ortodoxos, escuelas y negocios. Además los guías van vestidos de época y cuentan todo de forma muy amena. Para finalizar, y como homenaje a los ucranianos que son la principal comunidad de inmigrantes de la zona, podemos degustar unos pierogi en el bar del Village, o para rizar el rizo, ¡unos pierogi con poutine!
Mapa de localización de 15 días por el Oeste de Canadá
Variaciones de esta ruta de 15 días por el Oeste de Canadá

Es muy probable que si estás planteándote visitar el Oeste de Canadá y las Rocosas canadienses tengas tu vuelo a Vancouver y no a Edmonton. Si este es tu caso, enhorabuena, ya que tendrás más tiempo para recorrer otros encantos y no tienes que ir a la capital de Alberta ya que, aunque te he contado los puntos principales de interés de ella, puedes dejarlos para otra ocasión.
Ahorrándote los dos días en Edmonton (el de ida y el de vuelta) puedes quizá, aprovechar y cruzar el estrecho de Georgia y plantarte en la isla de Vancouver y echar allí un día o día y medio. Eso es lo que hubiera hecho yo de haberse dado esa situación.
Espero que hayas disfrutado leyendo de este post de 15 días por el Oeste de Canadá tanto como yo escribiéndolo. Si te has animado a visitar esta zona del mundo, ¡compártelo conmigo en los comentarios!
Código ético
Ninguno de los establecimientos mencionados en este post de 15 días por el Oeste de Canadá ha pagado por aparecer y las críticas están basadas en mi experiencia personal sin recibir contraprestación alguna. No obstante, los links de alojamiento, experiencias, tarjetas SIM y seguros son enlaces de afiliado por los cuales, me llevo una pequeña comisión de cada venta que provenga de El viaje del mapache. Esto no te cuesta nada y me ayuda a continuar con mi blog.
Como colaboradores en este viaje he contado con KLM, Holafly y Seguros Chapka.
Comments
Hola! Alquilastes un coche supongo, que tal hacer el viaje en furgoneta o autocaravana?
Hola Maria Eugenia! Gracias por tu mensaje. Sí, alquilé coche. No lo hice en furgo/autocaravana pero sí me fijé en que está todo muy adaptado para este tipo de vehículos: muchos espacios de aparcamiento reservados para RV, etc…
Saludos!