Trece países visité en 2019. ¿Y después? Después vino un bicho. Todo ha cambiado desde el 1 de enero, sobre todo y más que nada, el mundo de los viajes. En menos de doce meses hemos pasado de un mundo globalizado, a un duro encierro, una desescalada, una ‘nueva normalidad’ y al fracaso de ésta. Ha sido un año duro pero el espíritu del mapache es indomable y, aunque mucho menos, también he podido seguir descubriendo pedacitos de nuestro planeta. Eso sí, más cerca de lo habitual, y la mayoría dentro de España.
El año pasado este listado cubría todo el mundo, este año, la cosa no decae y cubre toda España (y un poco de Bélgica). ¿Quieres conocer cuáles han sido mis TOP 10 mejores experiencias viajeras en 2020? Sales tú, por cierto.
En este post encontrarás:
10. Redescubrir Almodóvar del Campo con ojos de viajero

Justo un mes antes del Gran Confinamiento de marzo, volví al pueblo de mis abuelos: Almodóvar del Campo. He ido infinitas veces, pero hacía mucho que no me lo planteaba como una visita turística. Lo vi con otra perspectiva que hizo darme cuenta de lo afortunado que soy. Revivir Almodóvar con ojos de visitante me hizo descubrir un pueblecito encantador, con rincones únicos que hacían del pueblo merecedores de un post en su honor.
9. Disfrutar la ‘capital gastronómica de España’

Almería es quizá la capital andaluza que más veces he visitado, aunque realmente, nunca la había conocido en ‘plan turístico’. Gracias a una super ruta que me organizaron, pude degustar todos los rincones gastronómicos de esta ciudad ‘capital’ de la buena comida española. Buenas tapas, pero también un marisco y unas especialidades únicas. Además, ya que su término municipal se expande hasta el vecino cabo de Gata, la explosión de sabores es infinita. Como buen turista ‘gordo’, Almería es un destino que no decepciona.
8. Vuelta a Bélgica y conocer Amberes

Mi último viaje internacional en 2020 (y a saber hasta cuándo) fue a Bélgica. No había visitado el país desde 2006, lo cual parecía una eternidad. Hoy en día incluso más. Bélgica es un país pequeño pero encantador: volví a Bruselas, donde mi visita se puede resumir en cervezas (sobre todo Chimay Bleu), gofres, chocolate y patatas fritas. Un país para disfrutar con el paladar. Aproveché también para descubrir Amberes, la última gran ciudad belga en Flandes que me faltaba por conocer. La capital del diamante fue un gran colofón final para mis viajes internacionales.
7. Respirar en la inmensidad en la Siberia

Pocas veces una excursión de una tarde puede aportar tanto. El fin de semana antes de volvernos a confinar en octubre pasé por Extremadura y decidí acercarme a la comarca de la Siberia, al este de la comunidad autónoma. Un lugar dónde la inmensidad se mezcla con lagos y castillos. Un lugar dónde la España vaciada, llena. Sólo una tarde de paz y de sensación de libertad antes de volver a encerrarme.
6. Recorrer España de sur a norte

Parecía una locura pero mereció la pena. Lo que empezó siendo como un viaje a Asturias, terminó por convertirse en un enorme grand tour pasando por Toledo, Segovia, Santander, Salamanca, Extremadura y Córdoba. Con la mejor gente que puedo encontrar disfrutamos de lo lindo pasando por mesetas, cordilleras, desiertos, bosques atlánticos, acantilados, etcétera. Si algo bueno tuvo el cierre de fronteras: conocer a fondo mi país.
5. Conocer Valencia de cabo a rabo

Aunque había estado en Valencia en mi infancia, la vuelta al a capital del Turia fue una de mis escapadas viajeras en este 2020 que acaba. En tres días me dio tiempo a conocer a fondo esta magnífica ciudad descubriendo todos sus contrastes: su centre històric, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, su puerto, Cabanyal, l’Albufera. Y por supuesto su gastronomía. Valencia me dejó con ganas de más. Espero poder volver pronto.
4. La comida en Asturias…

En toda España se come fenomenal, pero es que en Asturias la gastronomía se lleva la palma. Esos cachopos, ese queso de cabrales, ese pitu caleya (¡mis disculpas por mis faltas de ortografías en asturianu!), esas fabes… la lista de delicias es interminable. Y si ya cenas o almuerzas en un típico llagar, te vas de Asturias con una de esas experiencias gastronómicas que no se olvidan. Gracias a que contamos con unos magníficos cicerones por bares y restaurantes del Principado, el conocimiento gastronómico pudo profundizarse de forma satisfactoria. ¿Cuándo volvemos?
3. … y sus paisajes

Pero Asturias no sería lo que es si no fuera por sus paisajes. Me enamoraron sus escarpadas playas, como la del Silencio, o de fina arena como la de la Griega. Los montes de Covadonga merecen un espacio aparte con su misticismo e intensidad así como el imponente mirador del Fitu, sin olvidar el punto más septentrional del Principado: el Cabo Peñes. Asturias es un destino completísimo en el que su naturaleza es una de sus principales protagonistas.
2. Encontrarme con una Granada vacía

Vivo en una de las ciudades más turísticas de España por lo que sus monumentos y calles siempre están repletas de visitantes. Todo eso cambió. Durante los primeros paseos tras el confinamiento recorrí un Albaicín y un Centro callados, sólo frecuentados por transeúntes locales. Sobrecogía ver el mirador de San Nicolás, otrora repleto de turistas de todo el mundo, vacío sentados en sus bancos únicamente los vecinos.
Otro monumento que disfruté (aunque también me entristeció) viéndolo vacío fue la Alhambra de Granada. Sus más de 2 millones de visitantes de 2019 se habían desvanecido. Ahora estaba ahí para nosotros solos. Una visión preciosa y a la vez inquietante.
1. Tú

En este 2020 tan caótico en el que una de mis actividades favoritas fue cambiar y reformar el blog de principio a fin para conmemorar el 5º Aniversario de El viaje del mapache, tú has sido una pieza clave en todo mi año.
Ya sea por que he viajado contigo, o porque he compartido momentos contigo, o simplemente por que has entrado a leer mis posts o me sigues en las redes sociales, TÚ has sido la mejor experiencia viajera en 2020 y quiero agradecértelo porque sin ti, no habría El viaje del mapache. Gracias y a por muchos más momentos en el 2021.
Comments
Me encanta, has hecho bastante como buen viajero que eres. Yo tenía necesidad de volver al sur después del confinamiento, no sabía que quería tanto a Cádiz… Nos atrevimos con Portugal, como en casa para nosotros, sin gente era otro Algarve… Madrid era inquietante sin gente, está ciudad siempre tiene algo. Me perdí Alemania, me perdí el Jerte en primavera… Espero ir en semana Santa.
Hola Rocío! Sí, hice lo que pude. A ver cómo se presenta 2021, aunque por lo pronto menos viajero incluso que 2020! Un abrazo!!
Siempre gracias a ti, por hacernos tan amenos algunos datos, con tus experiencias, que nos transporta hasta allí. Y gracias, por tu felicitación, me hizo mucha ilusión
Ha sido todo un detalle. Que tengáis un feliz 2021.
Muchas gracias Nieves! Espero que tengas también un gran año! Me alegro de que por fin recibieses la postal 🙂